Cada poco tiempo, Ezra Miller se convierte en el foco de la polémica por sus controvertidas acciones. El actor ha protagonizado varios episodios de gran repercusión como el acoso y agresión que cometió en Hawái o cuando robó botellas de alcohol en una casa, uno de los más recientes. 

A parte de todas esas secuencias que ya son públicas, Vanity Fair ha sacado a la luz las pruebas de que el actor tiene comportamientos muy peculiares. En ellas lo más destacado tiene que ver hasta con rituales satánicos.

Varias personas del entorno de Ezra Miller han desvelado que abusaba verbal y emocionalmente de sus más allegados, puesto que se refería a sí mismo alternativamente como 'Jesús' y 'El diablo', lo que para él le daba vía libre a cualquier comportamiento.

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Entre esos rituales satánicos destaca un altar donde obligaba a las mujeres a dejar sus teléfonos y realizaba otro tipo de ofrendas con ellas al llegar. Además, contaba con un consejero espiritual que aseguraba que "ellos eran el próximo Mesías y que los masones estaban enviando demonios para matarlos".

Su entorno ha asegurado que entre esas prácticas tan controvertidas siempre tenían cabida las armas. Según un viejo amigo, cuando acudió a visitarle hace unos meses vio "más armas que nunca, y tres niños pequeños corriendo entre ellas. La niña más pequeña cogió una bala y se la metió en la boca".

El medio estadounidense ha contado que muchos de esos casos ilegales han desaparecido. Posiblemente el motivo haya sido que tanto él como su equipo han pagado a sus presuntas víctimas para acabar con sus polémicas.