Para el Gobierno andaluz la futura Ley de Función Pública está llamada a "hacer historia". Así lo destacó el consejero de Presidencia, Antonio Sanz, al término del Consejo de Gobierno que dio luz verde al inicio de su tramitación parlamentaria. Con ella, la Junta pretende meter mano a la ordenación de la actividad de los funcionarios de la administración regional y actualizar y eliminar la anterior norma de 1985.

"Va a ser una de las grandes leyes de la legislatura", celebraba el consejero de Justicia, Administración Local y Función Pública, José Antonio Nieto. De hecho, una muestra de la importancia que otorga el presidente de la Junta, Juanma Moreno, a este decreto que se viene diseñando desde el año pasado es que Función Pública figure como una de las atribuciones del consejero Nieto. Para éste, "supondrá un cambio radical en la forma de concebir y ordenar la administración pública andaluza y el trabajo de los funcionarios". Y, destaca, se ha diseñado con el "consenso de todos, por lo que es una ley para todos".

La norma, que pasará a la Mesa del Parlamento la semana que viene, aspira a unificar "una red de normas dispersas" que se arrastran desde 1985 y que generan inseguridad jurídica. Atraer talento, actualizar la regulación, fomentar la formación y agilizar la movilidad son algunas de sus principales aspiraciones.

La Ley de Función Pública cuenta con 177 artículos y 13 títulos. En el plano concreto, a falta de que se articule, destaca lo referente a la "evaluación del desempeño". Esto supone que la Junta podrá compensar o penalizar a los funcionarios en función de su mala o buena labor. Según Nieto, habrá "una serie de hitos por los que se valorará ese desempeño y se establecen complementos retributivos vinculados. Si el desempeño es inadecuado se concretará por vía reglamentaria esos hitos para que no perciba la cantidad e incluso puede llevar a sanción y removerlo de su puesto a otro en su misma localidad". El objetivo de la Junta es "motivar a los funcionarios para que hagan bien su trabajo y dejar claro que quien no lo haga va a quedar señalado como mala praxis, un mal servicio al ciudadano".

Otro punto novedoso es el que atañe a la carrera profesional funcionarial. Se fijarán criterios de ascenso y promoción de funcionarios y personal laboral interino sin cambiar de puesto. Se evaluará por tramos. Además, se regula la figura del directivo y los estándares de selección por convocatoria pública. La Junta quiere atrae "a los mejores" a la administración andaluza. para ello se creará un sistema de selección del personal directivo "atendiendo a los principios de capacidad, conocimiento y competencia" evaluado por una comisión independiente, y se ofrecerá un régimen jurídico y retributivo con una parte variable en función de objetivos marcados en los acuerdos.

Nieto explicó que la nueva Ley se tramitará por vía de urgencia y también por el procedimiento habitual y añadió que los sindicatos han solicitado esta tramitación urgente a la Junta. Antonio Sanz ya manifestó el martes su deseo y confianza en que los grupos de la oposición apoyen una norma que, señala, "nace del consenso", una tónica dialogante marcada por Juanma Moreno desde el inicio de esta legislatura de la mayoría absoluta del PP. "Una ley avanzada, moderna, que apuesta por una administración ágil, eficaz y moderna, una administración útil al servicio de los ciudadanos, donde el protagonista es el ciudadano y el actor principal es el funcionario", precisó Sanz.

La Ley de Función Pública echa a andar una semana después de que el Ejecutivo andaluz aprobara la de Policías Locales. Ambas medidas estaban previstas para iniciar los trámites parlamentarios en la anterior legislatura pero, una vez adelantadas las elecciones, han pasado a ser las primeras iniciativas legislativas del nuevo curso.