Plurinacionalidad, igualdad, indígenas, sin Senado... ¿A qué han dicho 'no' los chilenos con su rechazo a la nueva Constitución?

  • La reforma hablaba de indígenas, paridad, transparencia, ecología, bioética...
  • OPINION | Chile: un fracaso cantado, por DIEGO CARCEDO
Adherentes de la opción "rechazo" celebran el resultado del plebiscito constitucional, el 4 de septiembre de 2022 en Santiago (Chile).
Mujeres celebran el resultado del plebiscito constitucional, en Santiago (Chile).
EFE
Adherentes de la opción "rechazo" celebran el resultado del plebiscito constitucional, el 4 de septiembre de 2022 en Santiago (Chile).
Una abrumadora mayoría rechazó este domingo la propuesta de nueva Constitución en Chile con casi el 62% de los votos.
EFE

Los chilenos han rechazado el texto de nueva Constitución que nació de los trabajos de la Convención Constitucional y que ésta entregó al presidente Gabriel Boric. Una clara mayoría (el 62%) de los votos de 15 millones de ciudadanos ha dicho no a la propuesta de nueva Constitución.

A la Convención Constitucional le llevó doce meses elaborar un borrador final de Carta Magna. Pero esa labor ha recibido el rechazo de los chilenos, de manera que, de momento, el país continúa con la Constitución, redactada en 1980 por la dictadura de Augusto Pinochet y que desde la llegada de la democracia solo ha sido reformada parcialmente. La Constitución que no han respaldado los chilenos empieza así: "Chile es un Estado social y democrático de derecho. Es plurinacional, intercultural, regional y ecológico". Dice (decía) también que el país "se constituye como una república solidaria".

A continuación se lee: "Su democracia es inclusiva y paritaria. Reconoce como valores intrínsecos e irrenunciables la dignidad, la libertad, la igualdad sustantiva de los seres humanos y su relación indisoluble con la naturaleza". Pero, en general, ¿qué dice el texto que no ha logrado el visto bueno de los ciudadanos?

Democracia

El texto que se votó este domingo dice que el poder "reside en el pueblo, por y para el pueblo"; habla de transparencia e igualdad; menciona mecanismos de democracia participativa; y propone la participación de pueblos y naciones indígenas.

Instituciones

El texto incluye el fin del Senado, reemplazado por la Cámara de las Regiones. De hecho, define al país como un Estado Regional, reconociendo la autonomía de gobiernos regionales. Además, desmilitarizaba a las policías y reconocía los sistemas jurídicos de los pueblos indígenas, que, eso sí, iban a coexistir con la Justicia tradicional.

Indígenas

Más allá de reconocer la autonomía de los gobiernos regionales, la Constitución propone formar por ley las Autonomías territoriales indígenas, para que estos pueblos puedan ejercer sus derechos de manera autónoma.

Paridad

La Constitución consagraba por vez primera los derechos de mujeres, niños, personas de los pueblos y naciones indígenas, personas con discapacidad, personas de las diversidades y "disidencias sexogenéricas". Todo esto lo recoge bajo "el principio de la igualdad, la paridad, la no discriminación y la perspectiva de género".

Igualdad de género

El borrador protege "el derecho a la identidad, a una vida libre de violencia de género y los derechos sexuales y reproductivos. Incluso, menciona la perspectiva de género en la Justicia". Esta parte ha sido una de las más criticadas por los sectores políticos más conservadores.

El presidente de Chile, Gabriel Boric, votando en el plebiscito constitucional de este domingo.
El presidente de Chile, Gabriel Boric, votando en el plebiscito constitucional de este domingo.
EFE

Ecología

Un cambio fundamental pasa también porque en el texto se reconoce la existencia de una crisis climática y ecológica mundial. El borrador, en otro de los puntos más criticados, consagra asimismo "los derechos de la naturaleza y el deber especial de custodia del Estado sobre los bienes comunes naturales".

Economía

El carácter alternativo de los ponentes se refleja también en que proponen principios de responsabilidad fiscal, equidad territorial y el desarrollo armónico con la naturaleza. Por ejemplo, en el texto se da al Estado la capacidad de prevenir y sancionar los abusos del mercado o establece que este tendrá el "dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de las minas".

Futuro digital

La que quería ser nueva Constitución habla también de "mirar al futuro" y de los derechos "a la participación política digital, a la información, al conocimiento, a la conectividad digital y a la protección de los datos personales". Como novedad relevante, incluye principios de bioética a los que estarían subordinados la ciencia y la investigación.

Por qué una nueva Constitución

En 2019, Chile parecía un país tranquilo. Sebastián Piñera vivía su segundo mandato como presidente y decía cosas como que "en medio de esta América Latina convulsionada, Chile es un verdadero oasis con una democracia estable". Y eso parecía.

Pero por debajo, como corriente de agua, crecía el descontento. Y lo hacía porque la potente locomotora de la economía chilena estaba dejando a muchos por el camino y porque la transición a la democracia no había dejado a todos contentos. Buena parte de la sociedad chilena quería romper realmente con Pinochet y eso implicaba deshacerse de su constitución tutelada.

Manifestaciones en Chile.
Manifestaciones en Chile.
EFE

Todo ese descontento tomó forma la noche del 18 de octubre del 2019, con una masiva manifestación en Santiago. Aunque inicialmente el motivo de la protesta era exigir una bajada del precio del transporte público, al final la movilización pedía también renovar la Constitución.

Buena parte de la sociedad chilena quería romper con Pinochet y eso implicaba deshacerse de su constitución tutelada

Las manifestaciones se extendieron por todo el país. La protesta era masiva y el Gobierno se vio desbordado. A la clase política tradicional le tocó negociar. Solo un mes después de la primera movilización, los manifestantes se sentaban con los partidos políticos para resolver la crisis social.

La protesta tenía más calado de lo que pudo parecer al principio . Y así, en esas negociaciones, apareció el Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución, un documento que proponía resolver con un referéndum si había que redactar una nueva Constitución y quién debía encargarse de redactarla.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, rodeado de miembros de su Gabinete, durante una declaración tras el plebiscito para reemplazar la Constitución celebrado en el país.
El presidente Piñera, rodeado de su Gabinete.
MARCELO SEGURA / PRESIDENCIA DE CHILE / EFE

Casi un año después, el 25 de octubre del 2020, los chilenos aprobaron en las urnas la redacción de una nueva Carta Magna y que una Convención Constitucional se encargaría de ello.

En mayo del año siguiente, los votos de los ciudadanos decidieron quiénes iban a integrar los 155 puestos de la Convención Constitucional. Los chilenos le dieron una oportunidad a nuevos representantes, dando la espalda a los políticos tradicionales.

Una convención con independientes, ecologistas, feministas, representantes de los pueblos originarios, pero también con rostros de la derecha nacional, inició sus trabajos el 4 de julio del 2021. Un año después, y tras muchas tensiones, la Convención Constitucional entregó un texto final, una propuesta de nueva Constitución, con 388 artículos, organizados en 11 capítulos.

Aplastante victoria a favor del cambio constitucional en Chile. Así lo comunicaba el presidente chileno mientras miles de ciudadanos se echaban a la calle para celebrar esa victoria. Más del 78 por ciento de los chilenos ha votado para reformar su Constitución, redactada durante la dictadura de Augusto Pinochet. El órgano que deberá redactar la nueva Carta Magna estará íntegramente formado por ciudadanos elegidos para ese fin.
Más del 78% de los chilenos votaron para reformar su Constitución.
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