Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

Rosalía no está nominada

Rosalía
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GTRES
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Parece que nos hemos curado del enorme sarampión que supuso para la música española el programa televisivo Operación Triunfo, donde se convirtió en ídolos a los cantantes de orquesta y se tuvo a dos generaciones escuchando la música que les gusta a sus abuelos. Qué horror. Aún nos quedan algunos rescoldos de aquella pesadilla que prometen dar la paliza siempre que puedan, ya sea en la prensa del corazón, en algún programa de realidad absurda, boxeando o vendiendo colonia.

Los que destacan tienen muchas herramientas y, si traen talento de serie, el resultado suele ser magnífico.

Las nuevas generaciones ya no tragan. Vienen sin prejuicio y con talento. Podemos decir que el rebaño de los que se comen lo que toque y lo graban en el móvil no merma, pero los buenos son mejores. Los que destacan tienen muchas herramientas y, si traen talento de serie, el resultado suele ser magnífico. Hay gente enfadada con la gira de Rosalía y eso ya es una buena señal. La innovación suele ser rompedora y debe enfadar a los viejos, no dejarlos contentos y satisfechos como hacían los intérpretes de cadena de montaje del primer párrafo.

Rosalía se va a México y a conquistar Norteamérica. Sabe lo que hace. Su propuesta está adaptada a los gustos americanos. Quiere ser una diva y lo va a lograr. Se puede criticar la falta de músicos en el directo. No queda bien, es cierto, tanta voz grabada y tanto sonido enlatado que bordea con peligro el karaoke. Sin embargo, sí que parece una puesta en escena coherente con el concepto del disco. Ahora resulta que nos gustan los bailarines. Bien. Las dos pinceladas instrumentales de piano y guitarra piden más y ayudan a justificar el pago de una entrada. Es parte de una narración, de un mensaje que la artista quiere transmitir. Esto ya es mucho.

La belleza y la sensibilidad son innovadoras. Meter una cámara constantemente en el escenario no lo es tanto, pero puede ser interesante si quieres decir algo. La falta de prejuicios te lleva a un nivel superior. El talento, el conocimiento y la cultura te dan el resto. El mundo en el que vivimos consume ídolos. Los crea y se echa a dormir. Pero los ídolos, si son artistas, tienen que evolucionar. No vale con irse a vivir a Miami o a donde toque, marcar una distancia y convertirse en una presunta estrella. Eso es propaganda para ignorantes.

Rosalía seguirá creciendo. Contará cosas distintas en cada trabajo que vaya creando. Utilizará músicos en directo, escribirá letras mejores y profundas, ya ha demostrado que lo sabe hacer, mezclará estilos y, en definitiva, nos traerá propuestas nuevas para que podamos seguir aprendiendo. Esto es lo que hacen los artistas y no superar un casting tras otro -ya le tocó hacerlo también- imitando a Luis Miguel y haciendo el mono. Hemos ganado mucho. 

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