El jueves pasado por la noche, el estado de Alabama tardó tres horas en encontrar una vena en Joe Nathan James Jr a través de la cual los funcionarios pudieran bombear drogas de inyección letal y ejecutarlo, un proceso que el departamento de correcciones insistió que "no era nada fuera de lo común", según cuenta The Guardian.
Después de la ejecución, se ha conocido que durante esta, funcionarios penitenciarios sometieron a mujeres reporteras, que asistieron como testigos del proceso, a una inspección de ropa intentando prohibir el acceso a la cámara de ejecución a una mujer alegando que su falda era demasiado corta.
Ivana Hrynkiw, periodista del destacado medio de noticias AL.com de Alabama, contó cómo un funcionario de la prisión la apartó y le dijo que su falda era demasiado pequeña para cumplir con las normas. "Traté de subirme la falda a las caderas para hacerla más larga, pero me dijeron que aún no era apropiado", relató en Twitter .
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— Ivana Hrynkiw Shatara (@IvanaSuzette) July 29, 2022
Los funcionarios también sometieron a una reportera de Associated Press, Kim Chandler, a una inspección de cuerpo completo, haciendo que se pusiera de pie para que revisaran el largo de su ropa. Chandler dijo que tal indignidad nunca le había sucedido antes en las muchas veces que cubrió ejecuciones desde 2002.
Finalmente, a Hrynkiw se le permitió ingresar a la cámara después de que un fotógrafo le prestara un par de botas de pescador impermeables, y colocó los tirantes debajo de su camisa para mantenerlos en alto. Ese atuendo se consideró apropiado cuando se veía un asesinato judicial. Pero, también se le informó a la reportera que sus tacones eran una violación de la regulación y se vio obligada a cambiarse de calzado.
"Me sentí avergonzada de que mi cuerpo y mi ropa fueran cuestionados frente a una sala de personas que en su mayoría nunca conocí. Me senté, traté de dejar de sonrojarme e hice mi trabajo", dijo Hrynkiw.
Después de eso, la reportera pudo hacer su trabajo y también los funcionarios penitenciarios. Tras tres horas de exhaustiva búsqueda de una vena, se encontró una y la ejecución siguió adelante. James Jr fue condenado y sentenciado a muerte por el asesinato en 1994 de Faith Hall, de 26 años. Las hijas de Hall querían que James Jr. pasara el resto de su vida en prisión, pero suplicaron que no lo ejecutaran.
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