Boris Johnson por fin ha podido celebrar su boda a lo grande. Hace un año se casó con su mujer, Carrie, y la ceremonia apenas contó con 30 invitados debido a las restricciones impuestas por la pandemia en aquella fecha.

Como no pudieron festejar por todo lo alto, ya que además habían sido recientemente multados por la famosa fiesta de cumpleaños que el primer ministro realizó en pleno confinamiento, decidieron esperar hasta tener vía libre para poder disfrutar sin ningún tipo de normas.

Así pues, marcaron en el calendario el 30 de julio de 2022 como el día del convite de su boda. En un principio, se iba a haber celebrado en la mansión oficial de Chequers, pero la dimisión como líder conservador del político obligó a cambiar el lugar de la ceremonia.

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Daylesford House, la mansión de estilo georgiano del siglo XVIII que está a nombre del Lord Anthony Bramford, uno de los más generosos donantes del Partido Conservador, fue la ubicación escogida por el matrimonio.

Boris y Bramford sellaron su alianza en la campaña del Brexit y es por ello que este segundo le ha cedido su mansión para poder festejar su enlace. 

La carpa colocada desde mediados de la semana pasada en los jardines de la mansión ya levantaba sospechas de que sería allí el evento. Al más puro estilo de barbacoa sudafricana ha sido como han querido celebrar la fiesta, que ha contado con un toque eco chic por deseo de la novia.

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Dentro de la lista de asistentes se encuentran Stanley Johnson, el padrino, Rachel Johnson, hermana del ministro, varios miembros del gabinete, entre los que destacan la secretaria de Cultura, Nadine Dorries, y el ministro de Oportunidades del Brexit, Jacob Rees-Mogg, así como varios protagonistas del 'Partygate', como son Henry Newman y Josh Grimstone, muy amigos de Carrie.

Quien no recibió invitación fue David Cameron, a pesar de vivir cerca del recinto. Aunque si es cierto que algunos excompañeros de Johnson pudieron haberse pasado para darle la enhorabuena.