El Gobierno rebaja sus expectativas de crecimiento para 2023, aunque incrementa el techo de gasto en un 1,1%

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros
EFE
La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, en rueda de prensa tras el Consejo de Ministros
El Gobierno ha mantenido su previsión de crecimiento de la economía española en el 4,3% para este año, pero ha recortado ocho décimas su estimación para 2023, hasta el 2,7%, en un contexto de elevada incertidumbre por el impacto de la guerra en Ucrania y la escalada de precios, especialmente los de la energía. Así lo ha avanzado la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño.

La guerra en Ucrania, la inflación derivada de la misma y la incertidumbre en la que ambos hechos han introducido a la economía mundial y, especialmente, la europea, han llevado al Gobierno a modificar sus expectativas de crecimiento para el año que viene, aunque no las de este curso. El Ejecutivo prevé que el Producto Interior Bruto (PIB) siga aumentando en 2023, pero de una forma más suave, hasta el 2,7%, ocho décimas por debajo de lo que se previó en abril. Pese a ello, la Administración central mantiene que el déficit y la deuda pública seguirán reduciéndose, por lo que se ven capacitados para hacer unos Presupuestos expansionistas, con un nuevo techo de gasto récord: crecerá un 1,1%, hasta alcanzar los 198.221 millones de euros.

"Todos los organismos económicos están revisando a la baja sus previsiones de crecimiento y al alza los de la inflación", ha justificado Calviño, cuya rebaja de la previsión ha coincidido con el anuncio del Fondo Monetario Internacional (FMI) de hacer lo propio al calcular que España crecerá un 2% en 2023 cuando el Gobierno (hasta hoy) preveía un 3,5%. Las nuevas previsiones gubernamentales se alinean con otro tipo de instituciones: la Comisión Europea estima un crecimiento del 4% este año y del 2,1% el próximo, mientras que el Banco de España lo sitúa en el 4,1% en 2022 y en el 2,8% en 2023. La vicepresidenta ha sido la encargada de presentar en rueda de prensa el informe de la situación económica realizado como paso previo a la aprobación del techo de gasto, hecho que ha tenido lugar este martes en Consejo de Ministros y que supone el primer paso para la negociación de los Presupuestos Generales del Estado de 2023, que el Ejecutivo confía en sacar adelante pese a que ese será ya un año electoral.

En este contexto, la número dos del Gobierno ha señalado la inflación, que ha definido como un "fenómeno global", como el principal enemigo actual de la economía, aunque sí ha destacado que en la Unión Europea hay 14 países con una subida de los precios mayor que en España. Esto se debe, según ha defendido, a las medidas tomadas por el Ejecutivo, que según sus previsiones han contenido el alza de los precios en un 3,5%. Como medida más destacada, ha señalado el tope del gas, que ha provocado que España tenga un precio bastante inferior al resto de países de la Unión.

Con todo, Calviño se ha centrado especialmente en los datos positivos que supondrán, según sus previsiones, que España siga creciendo pese a la dificultad del contexto económico. Tal y como ha narrado, en menos de dos años España ha recuperado "una senda de fuerte crecimiento económico" debido al buen funcionamiento del mercado de trabajo -la tasa de paro continuará bajando el próximo año hasta el 12%, ocho décimas menos que la tasa que cerrará el 2022- y también "un extraordinario rendimiento de la inversión", marcada por el despliegue de los fondos europeos de recuperación. Pasará lo mismo con el PIB, que contará "con un fuerte crecimiento" en el segundo trimestre de este año, una cifra que se conocerá esta semana.

Todo ello permite al Gobierno seguir elevando el techo de gasto, el primer paso para la elaboración de los Presupuestos. Incluyendo el dinero que llegará desde Europa, el límite de los gastos sube un 1,1%, hasta llegar a los 198.221 millones de euros. Así lo ha explicitado la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que también ha remarcado que pese a este aumento, el Ejecutivo seguirá reduciendo la deuda y el déficit, que será del 5% en 2022 y del 3,9% en el próximo año. 

"El año pasado logramos una de las mayores rebajas del déficit, del 10,1% al 6,8%; en 2022 llegará hasta el 5% y al 3,9% en 2023. A pesar de las medidas extraordinarias, seguimos manteniendo nuestro compromiso con Bruselas", ha remarcado la responsable de las cuentas públicas, que ha recordado que en la actualidad las reglas presupuestarias de la Unión Europea se encuentran suspendidas debido a los efectos de la pandemia.

Asimismo, Montero también ha remarcado que será el Estado quien realice un mayor esfuerzo presupuestario debido a que se reduce su margen de déficit del 3,2% en vez del 3,4% previsto. Esto se produce porque el Gobierno ha pactado con ERC que el resto de administraciones públicas -autonomías y ayuntamientos- tengan un margen de déficit del 0,3%, en vez del 0,1% inicial. La ministra de Hacienda también ha señalado que el Gobierno actúa pensando en que el Estado sea "el motor de la economía" en un momento de crisis, pero sin "rebajar el desequilibrio presupuestario". "Son unas cuentas públicas para proteger a la mayoría social. El Gobierno avanza", ha concluido.

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