El FMI alerta de una futura "recesión global" y descuadra las cuentas de Sánchez al recortarle sus previsiones económicas para 2022 y 2023

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las vicepresidentas Calviño y Díaz.
EFE
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, con las vicepresidentas Nadia Calviño y Yolanda Díaz.

Ni la economía española crecerá un 4,3% este año ni lo hará un 3,5% el próximo ejercicio. El ultimo augurio del Fondo Monetario Internacional (FMI) para España ensombrece el futuro económico que había dibujado recientemente el Gobierno en su último cuadro macro

El organismo dirigido por la búlgara Kristalina Gueorguieva es menos benévolo de lo que estima el Ejecutivo: para este año solo prevé un avance del 4% del PIB y del 2% para el siguiente tras asestar dos mordiscos importantes respecto a su última previsión para España: ocho décimas menos para 2022 y 1,3 puntos para 2023. El FMI, de hecho, propina a España uno de los recortes más "significativos" respecto a su último cálculo entre las grandes economías de la UE junto a Francia y Alemania.

Si los augurios del Fondo se cumplen supondría un descuadre para las cuentas del Ejecutivo. Y ya no tanto para las de este año, sino para las del siguiente. La diferencia entre crecer 3,5 puntos de PIB y 2 puntos supone una mordida importante de ingresos para el Estado que impactaría en la elaboración de los presupuestos de 2023, una tarea que el Gobierno echa a andar este martes con la aprobación del primer paso requerido: la aprobación del techo de gasto en el Consejo de Ministros.

La vicepresidenta del Gobierno y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, matizó este derrumbe de previsiones antes de que el FMI hiciera públicas sus cifras, avanzando una hora antes que mantendría el cálculo de crecimiento para 2022 en el 4,3 pero que ajustaría al 2,7% la previsión para el próximo año. "Algo que están haciendo ya el resto de los países", ha dicho en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. 

Previsiones del FMI
Previsiones del FMI
FMI

"La perspectiva se ha oscurecido significativamente desde abril", concluye el director de estudios del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas. "El mundo podría balancearse en breve sobre una recesión global, solo dos años después de la última. Será clave la cooperación multilateral en transición climática, medidas contra la pandemia, seguridad alimentaria y deuda".

El FMI observa que los riesgos "han empezado a materializarse" y apunta que la guerra de Ucrania, la elevada inflación ("mayor de lo que se esperábamos") y los confinamientos en China han empezado a contraer la economía mundial como se había avisado en informes previos. 

"Y todo esto en un mundo ya debilitado por la pandemia de Covid", dice. La consecuencia es que la previsión de crecimiento mundial del 6,1% mengua al 3,2%. O sea, casi la mitad del avance económico esperado para el planeta se queda por el camino debido principalmente al "parón" de crecimiento en las tres grandes economías: EE UU, China y la UE.

Con todo, el crecimiento de España los dos próximos años superará a la media de eurozona y será la más abultada de los grandes países de la UE. Pero también es cierto que el desplome que sufrió durante la pandemia fue más intenso que en otros países. Es decir, España crece ahora más porque la caída previa también fue mayor.

"Domar la inflación debería ser la primera prioridad"

El Fondo enumera un horizonte de borrascas: la guerra en Ucrania podría frenar el flujo de gas ruso a Europa; el encarecimiento de la financiación podría dificultar la vida a los países más endeudados (España por ejemplo debe 1,45 billones de euros, un 117% de su PIB); el encarecimiento de los alimentos y la energía podría provocar "malestar social", las nuevas olas de Covid podría llevar a más confinamientos en China... y sin embargo el FMI pone a la inflación a la cabeza de sus preocupaciones.

"Domar la inflación debería ser la primera prioridad de los gobernantes", apunta el FMI, que observa cómo el incrementos de precios de los alimentos y de la energía está "exprimiendo los estándares de vida por todo el mundo". 

No limitar salarios privados

El organismo pide controlar la inflación con una política monetaria más flexible y con ayudas fiscales temporales dirigidas a la población más vulnerable. Eso sí, el FMI le dice a los gobernantes que, teniendo en cuenta cómo están las finanzas públicas tras la pandemia, deberían contrarrestar ese mayor gasto público con "subidas de impuestos y con recortes del gasto del propio Ejecutivo".

El mundo podría balancearse en breve sobre una recesión global, solo dos años después de la última

Eso sí, mientras el Fondo acepta que el sector público pueda restringir las subidas salariales para luchar contra la inflación, no quiere escuchar nada sobre limitar salarios en el sector privado. "Debería evitarse porque en el pasado se comprobó que es una política inefectiva"

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