La tuneladora de las obras del tramo central de la L9 del Metro de Barcelona avanza según lo previsto tras retomarse los trabajos en junio. Desde principios del mes pasado, la máquina ha excavado 283 metros, de los 4,2 kilómetros que ha de recorrer hasta Lesseps, y se encuentra ahora entre la estación de Campus Nord y la de Manuel Girona, concretamente a unos 50 metros de esta última. 

Después de "miles" de inspecciones técnicas en los edificios de los alrededores, el Departament de Territori afirma que no se han encontrado daños ni patologías previas al paso de la tuneladora. La previsión es que la máquina llegue a Mandri a finales del verano del año que viene, momento en el que, según indican, se hará una parada para revisar el estado de la rueda de corte de la máquina

La tuneladora de la L9 del metro de Barcelona se vuelve a poner en marcha: en 2027 la línea unirá Santa Coloma con El Prat

Territori espera que los 4,2 kilómetros de túnel que quedan por excavar hasta Lesseps estén acabados en diciembre de 2024. A partir de aquí, quedarán por finalizar las 11 estaciones que se encuentran en este tramo (Camp Nou, Campus Nord, Manuel Girona, Sarrià, Mandri, el Putxet, Lesseps, Sanllehy, el Guinardó – Hospital de Sant Pau, Maragall, la Sagrera y la Sagrera Estació), construidas en pozos de gran profundidad y estructuradas en dos niveles. También quedará por hacer la instalación de las vías y del resto de equipamientos. La previsión es que el tramo se pueda poner en servicio a partir de 2027.

Ahora, las obras se están haciendo bajo el paseo de Manuel Girona, a unos 50 metros bajo tierra y, a medida que la tuneladora vaya avanzando, irán tomando más profundidad, según detalla David Prat, secretario general de Infraestructures de la Generalitat. Tal y como indica, el método de excavación "hace que prácticamente el terreno no se mueva". "Estamos hablando de deformaciones de orden de milímetros, por tanto, no se notará nada en superficie", asegura.

La tuneladora S442

La tuneladora encargada de la excavación se conoce como la S442, por su número de serie. Mide unos 12 metros de diámetro, unos 100 de largo y su peso equivaldría a cuatro aviones Airbus 380.

Según asegura David Prat, ofrece "mucha seguridad" a la construcción. La máquina, por si sola, es quien aguanta el terreno que le queda encima, mediante un cilindro que actúa "de escudo metálico", de manera que siempre queda sostenido. Por la cola, la máquina va dejando hecho el túnel de hormigón, de manera que, tal y como detalla Prat, "no hay ninguna posibilidad de que el terreno haga un movimiento vertical, ya que siempre está sostenido por la tuneladora".

El Departament de Territori calcula que 
la demanda en esta línea de metro incrementará de los 23 millones de usuarios actuales hasta los 113 millones, un salto 
del 80%

Asimismo, en caso de que el tipo de terreno lo pida, la S442 también puede aguantar el terreno que se encuentra delante, mediante mecanismos de presión, con lo que no hay riesgo de desprendimientos.

Precisamente, la tuneladora puede excavar diferentes tipos de roca. Actualmente, está extrayendo granito, pero a lo largo de los 4,2 kilómetros se encontrará también con pizarra, un tipo de roca que requerirá de alguna modificación en la rueda de corte de la máquina, así como en sus sistemas de presión.

Una ronda de Dalt, en metro 

Las obras del tramo central de la línea 9 de metro se retomaron el pasado mes de junio después de más de una década paradas, y es el que ha de conectar La Sagrera con Zona Universitària.

En su conjunto, la L9 está concebida para funcionar como una ronda de Dalt en metro, y enlazar Can Zam (Santa Coloma de Gramanet) con el aeropuerto del Prat. Actualmente, tiene 37 kilómetros en servicio sus tramos norte (Can Zam-la Sagrera) y sur (Zona Universitària-Aeropuerto del Prat).

El Departament de Territori calcula que la demanda en esta línea de metro incrementará de los 23 millones de usuarios actuales hasta los 113 millones, un salto del 80%. El objetivo es que descongestione las líneas L1 y L5, las más frecuentadas de toda la red.

Por otra parte, el Govern estima que, con la puesta en servicio de este tramo central, se eliminarán alrededor de 8.000 vehículos al día de la red viaria de Barcelona, así como 5.100 toneladas de emisiones de CO₂ anuales.