El 24,9% de los barceloneses, uno de cada cuatro, sufrió algún hecho punible en 2021, ante el 23,5% del 2020, el año más afectado por la pandemia, y bastante por debajo del 31,8% de 2018 y 30,9% de 2019. Lo señala la Encuesta de Victimización que realiza el Ayuntamiento de Barcelona cada año. 

Los hombres dicen haber sufrido más delitos que las mujeres, un 26,3% ante el 23,7%, pero en los delitos contra la seguridad personal las mujeres superan a los hombres. Los más afectados por los delitos son los jóvenes de 16 a 29 años, con un 32,8% de personas de esta franja que han sido víctimas.

Solo el 17,9% de las personas presentaron denuncia, porcentaje que ha ido bajando en los últimos años. Los que más denuncian son las personas de 65 años o más, con un 45,9%, muy por encima de otros colectivos, que no llegan al 24%. Los que menos denuncian son los jóvenes y los extranjeros. Se denuncian mucho más los hechos consumados que los intentos no consumados, y también se denuncian más los delitos contra tiendas, negocios y viviendas que los delitos contra delitos o la seguridad personal.

Los motivos para no denunciar son en el 75% de los casos que la policía puede hacer poca cosa y el 57% dicen que confía poco en la justicia. El 56% dice que es demasiado complicado denunciar y el 42% dice que confía poco en la policía. Todos los porcentajes han crecido los últimos años.

Las personas más afectadas por los delitos contra la seguridad personal, han sido las mujeres jóvenes, de 16 a 29, con un 29,2% de victimización, mientras que los hombres de la misma edad han sufrido algún delito en el 26% de los casos. De los delitos contra la seguridad personal, los más habituales son los robos o intentos de robo de bolsa o cartera, seguido de los teléfonos móviles. Las agresiones sexuales suponen el 0,5% de los delitos, porcentaje similar en los años anteriores. No obstante, las mujeres sufren nueve veces más que los hombres este tipo de delito, un 0,9% ante el 0,1%.

El 56,7% de los delitos contra la seguridad pública se producen en la vía pública, y el 22,8%, en el transporte público. Las mujeres sufren más los delitos en el transporte, y los hombres en la calle. En los últimos años han crecido los delitos en las calles más transitadas y han bajado en el transporte. En el transporte, el 44,3% de los delitos pasaron en el metro, y la Línea 1 fue la más afectada, con el 13,8% de los delitos. De los nudos de transporte, el más afectado fue el de la plaza Urquinaona. El 21,9% de los delitos en el transporte pasaron en autobuses.

Las agresiones por discriminación las sufrieron el 3,5% de los barceloneses, el 4% de las mujeres y el 3% de los hombres. De hecho, el 3,5% de las mujeres se sintieron agredidas por el hecho de ser mujeres.

El 22,6% de los propietarios de tiendas o negocios dice haber sufrido algún hecho delictivo, proporción que ha aumentado los últimos años, así como el 12,3% de los propietarios de vehículos, porcentaje que ha bajado los últimos años. El 3,5% de los barceloneses sufrieron delitos en su casa, como robos o intentos de robo.

Territorios y percepción de seguridad

Por distritos, el más victimizado es el de Ciutat Vella, con un 33,9% de vecinos que dicen que han sufrido algún delito, pero muy por debajo del 45% del 2019. Lo siguen Sant Martí, el Eixample, Nou Barris y Sarrià-Sant Gervasi, entre el 25 y el 27%. Gràcia es el que menos delitos sufre, con un 18,3% de personas que dicen que han estado víctimas. Un 30% de los vecinos de Ciutat Vella han sufrido un delito contra la seguridad personal, y distritos como el Eixample, Nou Barris y Sant Martí rondan el 20%.

En números absolutos, el Eixample y Ciutat Vella concentran cerca del 40% de la victimización. De hecho, Ciutat Vella ha sufrido 110 delitos por cada 100 habitantes, mientras que el Eixample ha sufrido 43 por cada 100 habitantes. El 48% de los delitos pasan en el mismo distrito de residencia de la víctima.

El 18,9% de los encuestados afirman haber sufrido personalmente conflictos de convivencia, porcentaje que ha aumentado 4 puntos respecto a 2020 y 4,5 puntos respecto a 2019. La mayoría de conflictos son por ruidos del vecindario, que han bajado respecto a 2020 pero son el 26,5% de los casos. El 13,5% son por ruidos en la calle o de bares.

La encuesta señala que los barceloneses aprueban el nivel de seguridad tanto en la ciudad como en el barrio, con notas del 5,4 y del 6,1 respectivamente, porcentaje inferior en los últimos años. El 40,2% de los encuestados dicen que la seguridad en la ciudad sigue igual, mientras que un 35,6% dice que ha empeorado, cifra superior a la de 2020, pero más baja que en años anteriores.

Donde la sensación de seguridad es más alta es en casa, seguido de los equipamientos públicos como bibliotecas, centros cívicos o deportivos. La percepción de inseguridad es más alta en los botellones, los lugares solitarios o vandalizados o cuando hay personas agresivas.

Los ciudadanos también aprueban el servicio que dan tanto la Guardia Urbana como los Mossos d'Esquadra con una puntuación de 6,5 y 6,9 respectivamente. Los que mejor valoran a la policía son las personas mayores y los extranjeros de fuera de la UE, seguidos de las personas de nivel socioeconómico bajo, con notas de entre 7 y 8. Los que peor valoran a la policía son los jóvenes.