Carlos Santos Periodista
OPINIÓN

Ya nadie cuida el monte

Incendio en Zamora
Incendio en Zamora.
EFE
Incendio en Zamora

Se está quemando un monte junto al pueblo donde nací, otro frente al pueblo de mi madre y más de media docena por los que que he caminado y con los que tengo lazos afectivos. Entre Navarra y Galicia, he pasado en las últimas semanas por varias comarcas arrasadas por el fuego y quiero compartir una primera conclusión: el problema no son esos incendios que ya se han producido ni los que siguen activos. El problema son los que se van producir el verano que viene, el próximo y el siguiente si no buscamos soluciones al calentamiento global, que van para largo, y al abandono del monte, que deberían ser inmediatas.

En el Debate del estado de la nación presumió el presidente Sánchez de haber aprobado "un plan de lucha contra los incendios forestales, con doce ministerios implicados". Se refería, supongo, a la edición 2022 del plan que se pone en marcha cada año para coordinar los trabajos encaminados a sofocar el fuego. Pero ese plan, que a duras penas sirve para apagar los incendios de este año, es obvio que no sirve para evitar los del próximo. Urge un plan de defensa del patrimonio forestal, a gran escala, para ahuyentar las catástrofes y garantizar que las generaciones futuras puedan seguir disfrutando de ese patrimonio, más amenazado que nunca por el calentamiento de la Tierra y el abandono de las tareas agrícolas y ganaderas tradicionales.

Quienes viven en las zonas afectadas resumen su problema con cinco palabras: "Ya nadie cuida el monte". Pues está claro: alguien tendrá que hacer ese trabajo que nadie hace. Además de modernizar los trabajos de extinción ("los incendios actuales son bombas atómicas que atacamos con sistemas de los años 90", dicen los expertos), hay que modernizar los de limpieza, sin dar por perdida la batalla contra el calentamiento global. No me digas que el tema no merecería un pleno extraordinario del Congreso.

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