El Ayuntamiento de Barcelona ha retomado la lucha contra los pisos turísticos ilegales tras la pandemia. Según ha explicado la teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, actualmente el consistorio tiene detectados unos 500 pisos anunciados de estas características, la mayoría de ellos (unos 390) en Airbnb.
Sanz ha señalado que se ha avisado a la plataforma de esta actividad, pero que, sin embargo, no todos los anuncios han sido retirados. "Exigimos a Airbnb que cumpla la legalidad vigente en nuestra ciudad y que deje de publicitar lo que es ilegal", ha remarcado, y ha añadido que le abrirán expedientes sancionadores por no verificar la legalidad de los pisos.
En el marco de esta lucha contra los apartamentos turísticos ilegales, el pasado lunes, el consistorio puso en marcha una campaña que durará hasta el 11 de agosto y que va dirigida a los ciudadanos y también a los visitantes de la ciudad para que comprueben que los pisos que alquilan no sean irregulares.
Bajo el lema "antes de alquilar una cama turística, mira que sea legal", el consistorio ha iniciado esta campaña en las calles de la capital catalana, con carteles y 'flyers', y también de forma 'online' en redes sociales y páginas web utilizadas por los turistas para informarse y contratar viajes, con el objetivo de llegar a personas de Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y del resto de España.
Además, desde 2017 se puede consultar la web 'fairtourism.barcelona', que dispone de información sobre los alojamientos turísticos de Barcelona y ofrece la posibilidad de comunicar la existencia de pisos ilegales. Toda esta información se puede comprobar también en la web de viviendas de uso turístico.
En cuanto a la campaña a pie de calle, también se instalarán camas en la plaza del Mar de la Barceloneta y la avenida de la Catedral para llamar la atención de los turistas y que puedan acercarse e informarse de los recursos que tienen a su disposición.
El objetivo, señalan desde el consistorio, es evitar que vuelvan a proliferar estos pisos tras la pandemia y poder "hacer compatible el turismo con la vida cotidiana y garantizar la convivencia, el derecho a la vivienda y un modelo urbano sostenible".
"Barcelona es una ciudad que tiene una política muy clara y contundente respecto a la frontera entre alojamientos legales e ilegales, y tenemos que hacerlo respetar, no sólo por una cuestión ética y de convivencia, sino también por una cuestión de respeto a los criterios de libre competencia y de no intromisión en el trabajo de quienes hacen los alojamientos legales", ha dicho Xavier Marcé, concejal de Turismo.
8.100 expedientes sancionadores
Por otra parte, el Gobierno municipal sigue desarrollando el plan de choque contra los pisos turísticos ilegales que se puso en marcha en el verano de 2016 con "buenos resultados". Desde el inicio del plan, se han analizado un total de 51.000 anuncios y se han abierto unos 17.500 expedientes disciplinarios que han derivado en 7.400 órdenes de cese y 8.100 expedientes sancionadores.
Este plan, señala el consistorio, ha permitido "poner fin a la proliferación descontrolada de esta actividad, pasando de unos 6.000 pisos turísticos ilegales a una cifra muy baja gracias a la actividad inspectora y sancionadora".
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