En un momento en que Barcelona recupera el turismo tras la pandemia, la alcaldesa, Ada Colau, ha anunciado este viernes que se ha reactivado el plan de choque para evitar que la actividad de los pisos turísticos ilegales vuelva a la ciudad. El Ayuntamiento ya ha rastreado más de 21.000 anuncios en plataformas digitales y ha detectado unos 360. Ahora se procederá a pedir la retirada inmediata de esta publicidad y se iniciará el correspondiente expediente, que puede acabar con una sanción de entre 3.000 y 60.000 euros.

Colau ha informado sobre la reactivación del plan tras una reunión con la alcaldesa de Ámsterdam, Femke Halsema. Las dos capitales hace años que trabajan conjuntamente para favorecer un turismo sostenible y han impulsado medidas similares, como por ejemplo la regulación de la actividad hotelera en el centro o bien la lucha contra los apartamentos ilegales.

"Con la recuperación del turismo después de la pandemia, no queremos que esta actividad vuelva a la ciudad", ha dicho Colau, que ha añadido que este tipo de alojamientos "generan molestias a los vecinos y problemas de especulación". También ha agradecido a Halsema el apoyo para intercambiar experiencias y conocimientos. 

El plan de choque contra los pisos turísticos ilegales, que se puso en marcha en 2016 ante "una situación de descontrol", ha recordado Colau, logró, según el Consistorio, que se pasara de unos 6.000 "a una cifra muy baja que tendía a 0", gracias a la actividad inspectora y sancionadora. Su reactivación ha supuesto que empiece a trabajar a un equipo de más de 70 personas, entre ellas 25 visualizadores a pie de calle.

También está previsto poner en marcha una campaña de información para recordar a los visitantes que no se alojen en pisos sin licencia, y a la ciudadanía, que no se pueden ofrecer servicios de alojamiento turístico sin permiso.

Colau ha anunciado, por otro lado, que después del verano reclamarán una regulación europea que permita "garantizar el equilibrio entre la actividad turística y la vida vecinal". 

Asimismo, ha pedido al Gobierno y a la Generalitat que ayuden y "no compliquen la situación". En este sentido, ha lamentado que el Ayuntamiento no ha contado con el apoyo del Govern para luchar contra los pisos turísticos ilegales y que lo ha tenido que hacer "con recursos propios, cuando es la administración con menos recursos". Ha criticado, además, que la Generalitat "dio vía libre al alquiler de habitaciones" y eso supuso "abrir la posibilidad de que en Barcelona hubiera "miles" de alojamientos de este tipo "otra vez".

La alcaldesa de la capital catalana ha considerado "una alegría y un honor poder recibir" a la de Ámsterdam. Ha destacado que es la primera mujer al frente del gobierno municipal de esa ciudad, igual que ella es la primera mujer que dirige el Ayuntamiento de Barcelona. En este sentido, ha lamentado que dos capitales "progresistas, plurales y diversas" hayan "tardado tanto" en tener una alcaldía femenina.

Por su parte, Halsema se ha mostrado "muy feliz de visitar Barcelona", que ha descrito como "una bonita ciudad cultural", y ha celebrado poder ver en persona a Colau.

Además, ha dicho que Ámsterdam, como la capital catalana, es "una ciudad tolerante" y "los turistas son bienvenidos", pero que a la vez existe la necesidad de proteger a los vecinos.

La delegación de Ámsterdam que ha acompañado a Halsema también ha mantenido encuentros con las tenientes de alcaldía de Barcelona Janet Sanz y Laia Bonet, y ha visitado el Park Güell, para conocer las medidas de gestión de flujos turísticos en este espacio.