Un informe del Ajuntament asegura que el crecimiento de los cruceros es insostenible

Ante los graves problemas ambientales, se quiere negociar una limitación siguiendo el modelo de Palma De Mallorca
La popa del crucero Symphony of the Seas amarrado en el Port de Barcelona antes de la pandemia.
El crucero Symphony of the Seas amarrado en el Port de Barcelona.
ACN
La popa del crucero Symphony of the Seas amarrado en el Port de Barcelona antes de la pandemia.

El número de cruceros que llega a Barcelona se ha reducir. Esta es la conclusión a la que ha llegado el Ajuntament de Barcelona tras la elaboración de un informe sobre los efectos de la actividad de cruceros en Barcelona. "El escenario de crecimiento es insostenible. Es un problema de cantidad, no de calidad", ha concluido la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo, Infraestructuras y Movilidad, Janet Sanz, en la rueda de prensa de presentación de un informe sobre los efectos de la actividad crucerista en la ciudad de Barcelona realizado desde la Oficina Estratégica del Ámbito Litoral conjuntamente con Barcelona Regional. El objetivo del estudio es aportar datos del impacto ambiental, social y económico de la llegada masiva de cruceros a Barcelona para aportarlos en una próxima negociación con el Port de Barcelona.

Desde el Ajuntament se observa que la actividad crucerista se activa de manera virulenta una vez se estabiliza la pandemia, y si bien, el número de cruceros que llegan no aumenta, sí que lo hace el número de cruceristas. El informe presentado hoy detalla que los buques que llegan cada vez son más grandes y transportan más viajeros. Entre 2010 y 2011 el número de cruceros fue de unos 800 anuales. En estos momentos, esa cifra es similar, solo que el numero de personas que llegan a Barcelona actualmente se eleva hasta las 400.000 mensuales de mayo a octubre, cuando hace 20 años eran 50.000. En total, durante el año, son aproximadamente tres millones de visitantes los que llegan a la ciudad en este tipo de barcos. Según según el coordinador de l’Oficina Estratègica de l’Àmbit Litoral de la Gerència Municipal, Jordi Campillo, "tendrá un crecimiento significativo hasta 2030".

Cruceros de tránsito

Además, Jordi Campillo destaca otro cambio sustancial en el carácter de los cruceros. Hasta 2019, los barcos con destino en Barcelona eran los mayoritarios. Es decir, los viajeros de este tipo de buques estaban un mínimo de 3 o 4 noches en la ciudad. Sin embargo, en la actualidad, la opción prevalente es el crucero de tránsito. Barcelona no es el destino, sino simplemente una escala de alrededor de 4 horas. Desde el Ajuntament, creen que "hay que cambiar el modelo económico de la actividad". Los cruceristas que pasan 3 o 4 noches en Barcelona gastan alrededor de 200-250 euros diarios, mientras que los de tránsito tan solo dejan aproximadamente 50 euros. Janet Sanz sentencia que "no se puede tolerar que el 50% de los cruceros sean de tránsito"

Además, los cruceristas de tránsito producen una gran congestión en ciertas zonas de la ciudad, ya que todos hacen aproximadamente las mismas rutas, empezando por Montjüic, subiendo hacia Sagrada Familia y bajando finalmente por Passeig de Gràcia y Las Ramblas. Eloi Badia, regidor d’Emergència Climàtica, ha explicado que en temporada alta de cruceros, "las papeleras de la Ramblas se han de vaciar hasta 14 veces al día, cuando en calles no turísticas tan solo se vacían como mucho un par de veces".

Problemas ambientales

El director de Sostenibilitat de Barcelona Regional, la otra entidad autora del informe, Marc Montelló, ha señalado los graves problemas ambientales que provocan los cruceros, asegurando que las emisiones de óxidos de nitrógeno que emiten "acaban convirtiéndose en ozono que acaba detectándose en la comarca de Osona". Oriol Badia señala que las emisiones del Port de Barcelona son iguales que las de toda la ciudad. Además, si se calcula por persona, cada crucerista deja una huella en la ciudad que es el doble de la de cualquier ciudadano, emitiendo el doble de contaminantes y gastando el doble de agua, entre 200 y 300 litros de agua por persona al día

Otros efectos contaminantes de la actividad crucerista es la producción de 340 litros por persona y día de aguas grises, 30 litros por persona y día de aguas negras, 2,38 kilos por persona y día de residuos. Además, el propio barco produce aguas oleosas. El informe pone de manifiesto que el 28% de todas las emisiones de CO2 del Port son debidas a la actividad crucerista.

Negociación 

El Ajuntament mostrará todos estos datos a la Junta del Port de Barcelona para iniciar una negociación que permita la limitación de la llegada de cruceros a Barcelona, sobre todo los denominados de tránsito. La teniente de alcalde Janet Sanz mantiene que el modelo es la política seguida en Palma de Mallorca, donde se ha logrado poner freno al crecimiento continuo de los cruceros. Sin embargo, también es consciente de la escasa representación del Ajuntament en los órganos de gobierno del Port. Janet Sanz denuncia que el consistorio tan solo tiene una silla, mientras que otras autoridades, empresas o los órganos del ministerio, por ejemplo, disponen de más representación. La otra ciudad representada en el Port es El Prat del Llobregat.

Otras ciudades en las que se inspira la acción del Ajuntament son Dubrovnik, Venecia o Ámsterdam, que han reducido sensiblemente la llegada de cruceros. Actualmente, Barcelona es el puerto que recibe más visitantes de toda Europa, y es el quinto del mundo tan solo por detrás de algunos puertos caribeños. La preocupación del Ajuntament es que la cifra de visitantes en barco se puede acercar a los 3,5 millones en poco tiempo si se sigue con la actual tendencia.

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