Más de 160 efectivos de extinción de incendios han trabajado este domingo en las labores para sofocar las llamas de un fuego forestal declarado en la reserva de caza de la Sierra de la Culebra (Zamora).

Así lo ha señalado el delegado territorial de la Junta de Castilla y León en Zamora, Alberto Castro, que supervisa las labores de extinción de este incendio, que obligó a desalojar la localidad de Cabañas de Aliste, con cien habitantes censados que ya han podido regresar a sus casas, y a cortar la línea ferroviaria entre Zamora y Orense.

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta, que coordina los trabajos de extinción, ha solicitado la incorporación de la UME a los medios desplegados.

Alberto Castro ha reconocido que se trata de un incendio importante que permanece activo y sin control y que se ha visto agravado por el viento seco del sur que sopla en Zamora.

El fuego, que se inició a las 16.20 horas del domingo en el término municipal de La Torre del Valle, avanzó en dirección a Cabañas de Aliste y, ante el peligro que suponía para la población de esta localidad por el humo, se decidió el desalojo.

Sobre la superficie afectada por las llamas, Alberto Castro ha señalado que aún no se puede hacer un cálculo de las hectáreas quemadas ni del tipo de terreno, ya que se sabe que ha arrasado monte bajo y encinas y que el fuego está próximo a pinares, aunque por el momento se desconoce si ha afectado a éstos.

En las labores de extinción, que se intensifican en el entorno del casco urbano de Cabañas de Aliste, trabajan dos aviones de carga en tierra de la base zamorana de Rosinos de la Requejada, dos helicópteros de coordinación llegados de Valladolid y cuatro más de la provincia de Zamora.

También se han sumado otros dos aviones procedentes de la base madrileña de Torrejón y uno llegado de Matacán (Salamanca).

Igualmente, se encuentran en la zona dos brigadas de refuerzo de incendios forestales procedentes de Tabuyo del Monte (León) y Lubia (Orense), así como nueve cuadrillas de tierra, seis vehículos autobomba, cinco retenes de maquinaria, siete agentes medioambientales y seis técnicos, miembros de la Agencia de Protección Civil de Castilla y León y de la Guardia Civil.