Las personas adultas ingieren unos 8.100 microplásticos de media cada año cuando comen mejillones, ostras, berberechos, navajas o coquinas. La cifra se dispara a unos 19.400 entre los grandes consumidores de estos alimentos. Es el cálculo del grupo de investigación TecnAtox de la Universitat Rovira i Virgili (URV) a partir de cuantificar los microplásticos presentes en 2.300 moluscos recogidos por los productores en toda la costa catalana. 

Las ostras y los mejillones son los que más microplásticos concentran. Los fragmentos de materiales poliméricos sintéticos tienen entre 0,02 y 5 milímetros y por su tamaño accede a los organismos de los moluscos que tienen estrategias de alimentación de filtración activas, sobre todo los que viven en las rocas o semienterrados en los sedimentos.

El equipo investigador de la URV ha determinado la concentración, la morfología y la composición de microplásticos en especies de moluscos consumidos de la costa catalana. Las ostras y los mejillones tienen la concentración más elevada por muestra, con niveles de 23 y 19 microplásticos de media por individuo, respectivamente. Las otras especies analizadas han presentado unos niveles de 0,5 (coquinas), 5 (caracoles marinos), 10 (navajas) y 10 (berberechos) micropláticos de media por muestra.

"Estos microplásticos contienen sustancias químicas y metales como aditivos y contaminantes ambientales adheridos, potencialmente tóxicos, que pueden migrar del plástico una vez ingeridos" (Joaquin Rovira, investigador del grupo de investigación TecnAtox de la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona) 

La mayoría de microplásticos son en forma de fibras (74%), fragmentos (13%) y filmes (13%). En dos muestras de mejillones, también se encontraron dos gránulos (esferas que son la materia primera para hacer  objetos de plásticos) de polietileno, de más de un milímetro. Las fibras más abundantes son de poliéster y de celulosa sintética procedentes de la ropa y de tamaño inferior a un milímetro. Los fragmentos son sobre todo de polietileno, uno de los materiales plásticos más producidos en el mundo.

El grupo de investigación señala que "todavía falta estudiar más sobre los efectos de los microplásticos sobre la salud de los humanos", pero que algunos estudios ya indican que pueden estar relacionados con enfermedades inflamatorias del tracto digestivo. "Estos microplásticos contienen sustancias químicas y metales como aditivos y contaminantes ambientales adheridos, potencialmente tóxicos, que pueden migrar del plástico una vez ingeridos", apunta Joaquim Rovira, investigador del grupo de investigación TecnAtox (Centre de Tecnologia Ambiental Alimentària i Toxicològica) de la URV-IISPV.