Muñeca prohibida

En Arabia Saudí, Barbie fue prohibida por considerarla «un símbolo decadente de Occidente» que, además, iba con una «vestimenta vergonzosa». La respuesta fue Fulla.

Esta muñeca no es la primera que lleva un hijab, la tradicional prenda islámica que las musulmanas usan para cubrir su cabeza. Mattel sacó en edición de coleccionista una Barbie marroquí y en Irán se llegó a comercializar otra vestida según la tradición islámica. Pero ninguna ha tenido tanto éxito como Fulla.

Con menos pecho

A primera vista, Fulla es extremadamente parecida a Barbie, pero debajo de sus recatadas ropas esconde un pecho mucho menos abultado que su antecesora.

Según sus creadores, el éxito de este particular juguete no está sólo en sus complementos, sino en que «es honesta y respeta a su padre y a su madre».

En los anuncios que se emiten a todas horas por televisión, Fulla se levanta al amanecer para cocer una torta en el horno, reza a Alá y lee un libro antes de acostarse. Todo ello para «transmitir los valores de la muñeca».