De la publicidad a la hostelería y gran apoyo de sus hijas: así es Víctor Pombo

El hostelero y padre de las Pombo, Víctor Pombo.
El hostelero y padre de las Pombo, Víctor Pombo.
Ion Alcoba / GTRES
El hostelero y padre de las Pombo, Víctor Pombo.

El fin de semana pasado se le podía ver tremendamente feliz. Nadie hubiese sido capaz de quitarle la sonrisa del rostro. No era para menos: estaba acompañando por tercera vez a una hija al altar. Y para alguien que tiene tres hijas, significaba una satisfacción completa, a pesar de que una de ellas, Marta Pombo, haya acabado divorciándose de quien le dio el "sí, quiero", Luis Giménez.

Sea como fuere, Víctor Pombo, alguien cada vez más asiduo a ponerse delante de la cámara (o del móvil) si así se lo requiere el trabajo de otra de sus hijas, María Pombo, quizá la más mediática, a buen seguro que repasó mentalmente el largo proceso hasta llegar a esa alegría total que respiraba el Castillo de Castilnovo, ubicado en la provincia de Segovia, donde tuvo lugar la boda de Lucía Pombo y Álvaro López Huerta.

Víctor se ha convertido en todo un ejemplo para sus hijas con el paso de los años. Nacido en Madrid el 9 de septiembre de 1961, nada tiene que ver su actual ocupación con aquello a lo que se dedicó al comienzo de su carrera laboral. Por aquel entonces, tanto él como su esposa, Teresa Ribó, estaban dentro el mundo de la publicidad y el marketing, siendo él el director creativo de varias marcas, cosechando diversos éxitos y un buen número de premios durante aquellos años.

Pero llegó 2011. En aquel año hacía una campaña para dar visibilidad a una enfermedad de la que no se hablaba tanto y que podía ayudar a concienciar y a saber identificar los síntomas de quienes la sufren: la esclerosis múltiple. Sin embargo, dichos síntomas los presentó Teresa y tras unas pruebas se le diagnosticó que padecía esclerosis el mismo día que Víctor recibía un premio por su labor con dicha campaña.

Dicha enfermedad, genética, que ha heredado María Pombo y de la que la influencer ha hablado largo y tendido en su Instagram, ya sea del diagnóstico (cuando estaba embarazada de su primer hijo) como de su día a día con ella, marcó la vida de Víctor, a quien familiares y amigos llaman Vituco, que se ha convertido en todo un portavoz de la lucha contra la enfermedad, como cuando su hija fue a Mi casa es la tuya.

En el programa de Bertín Osborne él comentó que había "que lanzar un mensaje a las personas que les han diagnosticado esclerosis múltiple", puesto que era menester el intentar que la gente empieza a saber que la sufre lo haga "sin el miedo que había antes". "Hoy hay tanta medicación tan buena que la esperanza de vida es fantástica. La medicación es muy cara y está cubierta en España para todos los enfermos", agregó.

Y es curiosa su relación con el presentador jerezano, ya que tras la mala noticia, Víctor y su esposa decidieron dejar atrás la publicidad y el marketing y abrir un restaurante en Madrid. Lo hizo muy cerca del Paseo de la Castellana, en la zona del Santiago Bernabéu, y se llama Camino Food and Drinks. Allí trabaja todos los días al frente del local, como se puede ver por la cantidad de famosos que van allí a disfrutar de la comida y que tan bien ha sabido aprovechar alguien que venía del mundo de la publicidad.

Entre estos influencers no solo está su hija María, quien ya ha dejado claro que su plato favorito es la tempura de langostino tigre, sino también Enrique Ortiz López-Valdemoro, conde de Donadío de Casasola y conde de las Navas y, sobre todo, padre de Bertín Osborne. Enrique, como vive por la zona, va con bastante asiduidad y, lo más curioso y que Víctor dio a conocer cuando fue al programa de Telecinco, es que siempre pide la misma mesa, algo que ya hace gracia al personal pues saben de la buena relación de este con la familia Pombo.

A pesar del buen momento de la familia, el padre de las conocidas como las Pombashian por la similitud con Kim, Khloé, Kourtney y compañía (salvando las distancias) sí que pasó uno de sus peores momentos en 2015, cuando su padre, Rafael Pombo, fallecía. Él había sido piloto comercial, profesión que precisamente la recién casada Lucía ha "heredado" de su abuelo.

Por último hay que aclarar una de las declaraciones que mayor revuelo crearon en las redes. Cuando Víctor acompañó a su hija María Pombo en el programa El desafío, donde ambos habían de aparcar dos coches de forma sincronizada para que un coco sujetado entre sendos automóviles no se cayese, aseguró que siempre apoyaría a sus cuatro hijas. Sin embargo, es bien sabido que las Pombo son tres.

Se refería a quien él considera su cuarta hija, Gabriela, hija de su asistenta, la cual les ha acompañado desde hace muchos años y que para él, su mujer y sus hijas es una más de la familia (así ha actuado en las bodas que hasta ahora ha habido). 

A pesar de que en Twitter muchos usuarios pusieron el grito en el cielo por lo que consideraban un caso extremo de paternalismo y ejemplo claro de diferencia de clase, Gabriela es su ahijada y en sus redes la joven se comporta como una Pombo más, habiendo acumulado casi 125.000 seguidores.

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