Sí se puede. Se puede pactar y acordar, si los negociadores orillan sus exigencias máximas y prima el sentido común. En el mundillo sindical suele decirse que es mejor un mal acuerdo que un buen pleito. Algo de cierto hay en ello. 

Los ciudadanos prefieren el pacto a la bronca, simpatizan con las personas de ideas firmes pero desconfían de los empecinados. Desgraciadamente, no se puede afirmar que en el Congreso de los Diputados haya ‘buen rollo’, tampoco en los parlamentos autonómicos y en algunos ayuntamientos. Todo es tan bronco, incluso entre socios de gobierno, que cuando el diálogo social funciona y da frutos uno tiene ganas de aplaudir hasta con las orejas. 

Hace unos días el Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) presentó las conclusiones de un informe con 420 medidas, pensadas para reactivar la economía metropolitana, impulsar la transformación digital de las empresas y fomentar la economía verde y circular. El informe desprende modernidad y buenas vibraciones contra la crisis. No en vano, ha sido elaborado y consensuado, no solo por la AMB, sino también por los sindicatos CC.OO. y UGT y las patronales Pymec y Foment. 

El AMB, los sindicatos y las patronales acuerdan un plan anticrisis para impulsar la economía de la metrópolis de Barcelona

Esta concertación, más allá de las medidas planteadas, es en sí misma una excelente noticia de cara al futuro. Un ejemplo para otras administraciones, y un tirón de orejas a la Conselleria de Industria de la Generalitat que no consigue, ‘de buen rollo’, cerrar un pacto anti crisis para la industria catalana con los agentes sociales y económicos del país.