Johnson presenta una ley para romper el acuerdo del 'brexit' y Bruselas ya prepara las acciones legales contra Londres

  • El Reino Unido quiere eliminar los controles comerciales con Irlanda del Norte, rompiendo el Protocolo.
  • Bruselas asegura que tomará medidas "proporcionales" y cierra la puerta de nuevo a una renegociación.
Boris Johnson saliendo del 10 de Downing Street.
Boris Johnson saliendo del 10 de Downing Street.
EFE/EPA/ANDY RAIN
Boris Johnson saliendo del 10 de Downing Street.

El brexit lleva años siendo ya el cuento de nunca acabar y un Boris Johnson acorralado ha lanzado una nueva guerra contra Bruselas en torno al acuerdo que su propio Gobierno firmó para certificar la salida de la UE. Londres ha presentado este lunes su legislación para romper el pacto de manera unilateral por dos vías: por una parte, con una modificación del Protocolo de Irlanda a partir de la cual no haya controles comerciales y por otra parte dejando sin competencias al TJUE en las disputas que haya entre el Reino Unido y la Unión. Este pulso, uno de los más importantes desde la salida británica del bloque, ya ha encontrado respuesta, pues Bruselas acelera sus acciones legales.

"Después de incontables horas de negociación encontramos una forma de proteger a los ciudadanos de Irlanda del Norte y cumplir con el Brexit y el Acuerdo de Viernes Santo. Cualquier renegociación traerá incertidumbre, por esto la UE no va a renegociar el Protocolo. La UE ha mostrado comprensión de las dificultadas de aplicación del Protocolo", se ha pronunciado el comisario encargado del brexit y vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic.

El Protocolo de Irlanda es uno de los ejes fundamentales del acuerdo en tanto en cuanto permite que no haya frontera entre las dos Irlandas, porque de haberla se romperían los Acuerdos del Viernes Santo que pusieron fin al conflicto que duró décadas en la isla. El acuerdo lo que recoge es que haya controles a los productos británicos en Irlanda del Norte. ¿Por qué? Porque no puede haberlos en frontera. No existe la misma entre Irlanda del Norte (parte del Reino Unido) y la UE (la República de Irlanda es un Estado miembro). Londres no quiere esos controles y ha presentado una modificación para evitarlos, aunque el Gobierno ya los ha pospuesto varias veces.

Desde la Comisión Europea, el mensaje es el mismo de siempre: el acuerdo no se renegocia. Bruselas se ha mantenido en esa posición en todos los momentos en los que el Reino Unido ha buscado volver a la mesa. Las excusas desde Londres han ido desde que se les engañó en las conversaciones hasta que hubieran necesitado más tiempo para leer el pacto. En su momento, el Ejecutivo comunitario propuso una nueva prórroga y Johnson no recogió el guante, presumiblemente ante la urgencia de presentar un trato al Parlamento nacional.

Las cuestiones pesqueras, la igualdad de condiciones (el llamado level played field) y el tedioso Protocolo de Irlanda marcaron el final de las negociaciones. Y es que, en realidad, las partes firmaron dos 'contratos' diferentes. Uno, el referido a la retirada del Reino Unido de la UE, alcanzado en febrero del 2020, y otro para las relaciones futuras, que se firmó sobre la bocina el 24 de diciembre de ese mismo año y que se conoce como el "acuerdo de Nochebuena".

La renegociación del Protocolo es una opción poco realista

La respuesta de la UE será "proporcional", en palabras del comisario Sefcovic. La Unión trabaja con la idea irrenunciable de que se debe respetar el mercado único, del que el Reino Unido ya no forma parte. La forma de hacerlo es la existencia de esos controles que puedan separar las dos esferas comerciales. "La renegociación del Protocolo es una opción poco realista", sentenció el vicepresidente de la Comisión.

Además, Sefcovic lanzó un aviso a Downing Street. "La Comisión también estudia un nuevo procedimiento de infracción para proteger el mercado único. Presentaremos pronto nuestra propuesta de aplicación flexible del Protocolo que muestra soluciones posibles. La Comisión recuerda que las conclusiones del acuerdo de retirada del brexit era condición del acuerdo comercial de relación futura que se firmó posteriomente. Pedimos al Gobierno británico que dialogue para encontrar soluciones". Mientras, el Reino Unido defiende que los cambios en el Protocolo son "triviales" los cambios y asegura que "garantizan la estabilidad" entre las Irlandas.

Este nuevo ejercicio de presión del Reino Unido sobre la UE se da en un momento de extrema debilidad para Boris Johnson, que acaba de superar una moción de censura de su propio partido en la que se evidenció la pérdida de apoyos: un 41% de los conservadores británicos están en su contra. Además, el choque con Bruselas lo lidera ahora Liz Truss, ministra de Exteriores y uno de los nombres que suenan con más fuerza para reemplazarle en caso de que se dé un cese que parece evidente.

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