El 'botón rojo' de teleasistencia lleva varias décadas funcionando en España y en este tiempo ha ayudado a miles de personas mayores que han sufrido un caída estando solas o se han encontrado mal y han necesitado asistencia médica. Desde que se puso en marcha este servicio, la tecnología ha evolucionado mucho y hay avances que ya se han podido integrar en él. Otros, lo harán próximamente. 

La Comunidad de Madrid ultima los pliegos para licitar, este verano, la "teleasistencia inteligente". Esta "revolución" del 'botón rojo', señalan desde la Consejería de Familia, Juventud y Política Social, está pensada especialmente para los mayores con algún grado de dependencia reconocido, que son alrededor de 60.000 de los 130.000 mayores que utilizan teleasistencia en la región.

El Gobierno regional destinará 35 millones de euros procedentes de fondos europeos al desarrollo del nuevo sistema y confía en que pueda empezar a funcionar a finales de 2023. "El objetivo es desarrollar una plataforma de gestión del servicio que integrará la información suministrada por los 80.000 terminales digitales y 150.000 equipamientos domóticos domiciliarios que está previsto adquirir", indican estas fuentes.

El departamento que dirige Concepción Dancausa calcula que, cuando se haya desarrollado por completo, con estos terminales se podrá atender a cerca de 90.000 personas dependientes en sus domicilios. El nuevo sistema convivirá con el que funciona en este momento, que se concederá a los mayores con más autonomía. 

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Entre los nuevos equipamientos habrá detectores de movilidad que permitirán controlar la actividad o inactividad de una persona, de manera que si en un periodo de tiempo predeterminado no registran movimiento dentro de la vivienda activarán una alarma en el centro de atención. 

El mismo sistema utilizarán los detectores de caídas o los sensores magnéticos de puertas, que se pueden instalar tanto en la entrada de las viviendas como en distintos electrodomésticos (nevera, microondas...) y activan una señal de radio cuando esas puertas no se abren dentro del tiempo que se configure para cada usuario.

Los mayores que tengan servicio de teleasistencia tendrán un "detector de hábitos domiciliarios". A través de la medición de valores relativos a la humedad, temperatura, luminosidad o consumo eléctrico configurarán su "patrón de vida" con sus rutinas diarias, como sueño, comidas, salidas… "Las actividades inusuales o las desviaciones de esas rutinas generarán una alerta en el centro de control, ya que pueden suponer una situación de riesgo", afirman desde el área que dirige Concepción Dancausa.

Otros dispositivos que se comprarán para su distribución entre los usuarios del sistema serán teléfonos con teclas grandes, dispensadores de medicamentos de última generación que avisan al usuario cuando se ha saltado una toma y detectores de humo, fuego y escapes de gas. 

Los mayores con competencias digitales, además, podrán acceder a través de los terminales fijos o móviles a un portal web de actividades interactivas y grupos de conversación con el objetivo de luchar contra la soledad no deseada de los mayores madrileños.

Las nuevas funcionalidades son personalizables: se pueden adaptar a las necesidades de las personas mayores. "La teleasistencia avanzada va a suponer un paso de gigante en términos de atención a la dependencia, en la promoción de la autonomía personal de nuestros mayores y en ese objetivo de que permanezcan el mayor tiempo posible en su entorno", subraya Dancausa. 

Para terminar de perfilar el nuevo sistema, la consejería de Familia, Juventud y Política Social organizó hace unos días un simposio sobre atención domiciliaria y transformación digital con empresas del sector. El objetivo era recabar propuestas e ideas de asistencia que sumar a los nuevos pliegos. Paralelamente a la tramitación administrativa, se irá desarrollando la plataforma y el entorno digital que soportará la teleasistencia del siglo XXI. Es una tarea compleja que llevará meses de trabajo, en los que colaborará la agencia Madrid Digital.