El Parque de Desembocadura de València tendrá una superficie de algo más de 25 hectáreas (253.000 metros cuadrados) y las obras comenzarán en el barrio de Nazaret. El proyecto recibirá este viernes un nuevo impulso con la aprobación en la Junta de Gobierno Local del concurso de ideas. Así lo ha avanzado este jueves el alcalde de València, Joan Ribó, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la vicealcaldesa y concejala de Desarrollo Urbano, Sandra Gómez.

Se trata de una propuesta "integral y compleja", expuso Ribó, que añadió que el objetivo es finalizar el ajardinamiento del Turia que comenzó hace 35 años. "Cuando acabemos, será el parque urbano más largo de Europa", advirtió.

Ribó, quien recordó que el proyecto no existiría sin el trabajo de asociaciones de vecinos, afirmó se contempla una superficie de 25 hectáreas, de las cuales, 9,5 corresponden a la primera fase, la del barrio de Nazaret. La inversión global asciende a 35 millones de euros, 15 de ellos para los primeros trabajos. Esta fase inicial, explicó, se puede desarrollar porque se ha alcanzado un acuerdo con el puerto de València para mejorar la relación ciudad-puerto. A este respeto, subrayó que este organismo ha cedido 9,5 hectáreas suyas para el proyecto que ahora pasan a ser de la ciudad; y ha decidido participar en la construcción del parque con 13,7 millones.

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Por su parte, Gómez desgranó que el proyecto se divide en cuatro zonas: la primera, con 86.000 metros cuadrados, en el barrio de Nazaret; la segunda, Pont de Drassanes, con 7.800 metros; la tercera, PAI del Grao, con 112.000; y la cuarta, Oceanogràfic.

Para desarrollarlo, se debe contar con un equipo multidisciplinar: arquitectos, especialistas en diseños de instalaciones, en materia hidráulica, en planificación de obra, en materia medioambiental y, también, como novedad, se debe contar con un experto en enfoque de género.

En el jurado del concurso de ideas también se ha incorporado a una experta que designará el Consistorio en enfoque de género y, además, a personal del Ayuntamiento, de la Autoridad Portuaria, representantes de asociaciones de vecinos, expertos de los colegios de ingenieros y de arquitectos, y algún miembro designado por la Conselleria de Territorio.

Para elegir la propuesta se valorará que se cumpla con los criterios de calidad arquitectónica y paisajística; se resuelva la relación con el entorno y el barrio; y se promuevan valores pedagógicos y ambientales, entre otros.

En cuanto se abra el concurso de ideas, se inician dos fases: la primera, inscripción; y la segunda, presentación de propuestas. Una vez presentadas, el jurado seleccionará a cinco equipos y se les abonará una compensación de 12.100 euros por los trabajos realizados y para que sirva de base para concursar en la fase final. Además, habrá dos premios de 6.000 euros para los que no lleguen a ser finalistas pero se merezcan este abono por los servicios y el trabajo realizado.

Las cinco propuestas seleccionadas se expondrán para que la ciudadanía pueda conocerlas y hacer observaciones y, finalmente, se decidirá el ganador, al que se le encargará el proyecto y dirección de la obra de las dos primeras fases por un importe de 16 millones. Las obras tendrán un plazo de 24 meses y la redacción del proyecto de ocho meses desde la firma del contrato.

De autopista urbana a pulmón verde

El Jardín del Turia, resultado del desvío del río por el nuevo cauce de la V-30 tras la riada de 1957, es un parque urbano público de 110 hectáreas y 10 kilómetros de longitud. En principio iba a ser una autopista, pero la presión popular llevó a convertirlo en el mayor jardín urbano de España.