El eterno círculo del Donbás: Putin acaba girando su estrategia bélica hacia la misma región en la que guerrea desde 2014

Ataques rusos sobre Ucrania en la zona del Donbás.
Ataques rusos sobre Ucrania en la zona del Donbás.
MANUEL BURQUE / EFE
Ataques rusos sobre Ucrania en la zona del Donbás.

Se cumplen ya dos meses del inicio de la invasión rusa de Ucrania y puede venir a la mente la frase de Mark Twain de que "La historia no se repite, pero rima". Y si en algún sitio parece rimar de verdad es en el Donbás. El este de Ucrania, en guerra desde hace siete años de manera ininterrumpida, se vuelve a convertir en el eje principal de la invasión rusa. Moscú habla de "liberar las regiones de Donetsk y de Lugansk", una parte de las cuales ya controlan los prorrusos. Ucrania, en cambio, no quiere ceder ni un centímetro de territorio, aunque ya da por perdida Mariúpol, cuya conquista celebró Moscú. El Donbás es, al fin y al cabo, la muestra de que el choque entre Rusia y Ucrania es más o menos un círculo que se cierra.

En el Donbás se dio inicio en 2014 al Euromaidan, una rebelión popular que acabó con Viktor Yanukovich, un presidente cercano a Moscú. La región, precisamente, acogió la llamada Revolución Naranja. ¿Qué fue realmente? La movilización popular tras unas elecciones que tanto la oposición como la comunidad internacional calificaron como fraudulentas y que dieron como ganador al propio Yanukovich frente al nacionalista y europeísta Viktor Yúshenko. Esto era todavía el año 2004 y los comicios tuvieron que repetirse, aunque en 2010 Yanukovich sí ascendió al poder, pero la historia se repitió.

Donetsk y Lugansk son la mecha que enciende el conflicto entre Rusia y Ucrania, una vez cada cierto tiempo, para agitar Europa. Y Rusia ha acabado llevándoselas a su terreno, con el levantamiento prorruso que acabó con la declaración de independencia de ambas zonas a través del apoyo de efectivos 'sin bandera' enviados por el Kremlin. Esto es, una especie de milicia que dio soporte a los rebeldes favorables a Rusia. Esos pasos coincidieron casi en el tiempo con la anexión ilegal de Crimea por parte del régimen de Vladimir Putin.

Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo explica a 20minutos que "nunca sabremos realmente cuál era la intención real de Rusia" antes de la guerra. "En febrero hubiéramos apostado que no iba a entrar en Ucrania y que su objetivo principal era 'liberar' estas zonas, porque realmente nunca buscaba un cambio de régimen, y así lo dice públicamente". La meta habría sido "garantizar la autonomía de estas provincias dentro de Ucrania", concreta Alonso.

"Sí parece evidente desde el principio que lo que quiere Putin es mantener heridas abiertas, los llamados 'conflictos congelados'. De tal manera que, cuando a él le interesa llevar la atención internacional ahí, lo hace", contextualiza Alonso con los ejemplos de Nagorno Karabaj, Osetia del Sur o el propio Donbás. El experto avisa de que "dentro del ciclo vital de los conflictos hay momentos, y ahora podríamos estar llegando al punto álgido", pero en ese escenario la guerra actual "va para largo". Alonso considera que lo siguiente sería "que las partes se sentaran a negociar", algo que en el Donbás "no es raro, porque es un conflicto que está abierto desde 2014, pero que en ciertas épocas ha sido de baja intensidad". Alonso concluye además que "los ataques en Leópolis, el norte de Ucrania o en Kiev han sido para jugar al despiste".

Los ataques en Leópolis, el norte de Ucrania o en Kiev han sido para jugar al despiste

Por su parte, Pablo del Amo, analista de Descifrando la Guerra, no cree que Putin quiera limitarse ahora solo al Donbás. "La nueva fase de la guerra viene propiciada porque Rusia se ve incapaz de hacer una ofensiva en cuatro frentes", explica. Y es que el escenario ha cambiado para Putin, según el experto: "Las líneas ucranianas son más resistentes de lo que se esperaba y parece que Rusia ha tenido que hacer un cambio de planes sobre la marcha".

"Quizás lo que ahora busque Rusia sea destrozar al ejército ucraniano, porque ahí está la clave. Una de las cuestiones de Putin era la desmilitarización de Ucrania", prosigue del Amo, que, con todo, pone el foco en que las maniobras de Moscú van más allá de Donetsk, Lugansk o Mariúpol. "Los bombardeos no solo se han producido en el Donbás, sino desde Járkov hasta Nikolaev, y yo creo que el objetivo va a ser Odesa. Si la meta es solo el Donbás, me parecería un fracaso absoluto de Rusia", sentenció.

Si la meta es solo el Donbás, me parecería un fracaso absoluto de Rusia

Al final, las regiones del Donbás son importantes por dos motivos. El primero es que suponen una puerta de entrada 'cómoda' de Rusia a Ucrania y el segundo es que son una especie de freno para la expansión de la OTAN hacia esa zona. Y es que Moscú mantiene inamovibles sus dos principales líneas rojas frente a Occidente: que la Alianza no siga avanzando hacia la que Putin considera la zona de influencia rusa y que no admita, ni ahora ni nunca, la entrada de Ucrania en el grupo defensivo. Desde luego, quizás sí que sea cierto: quizás la historia sí rime.

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