"Incompetente", "proyecto vacío", "climatoescéptica": Macron y Le Pen convierten la campaña en un cruce de insultos

Macron y Le Pen.
Macron y Le Pen.
Carlos Gámez
Macron y Le Pen.

En siete días Francia vuelve a citarse con las urnas para elegir, como en 2017, entre Emmanuel Macron y Marine Le Pen, aunque en un escenario muy distinto. Mucho más igualado, y con nada seguro en una segunda vuelta marcada por el enfado y por el intento de ambos candidatos de atraer a los electores del tercero en discordia, Jean Luc Mélenchon, que el pasado 10 de abril aglutinó el 22% de los votos. Macron y Le Pen se ven ya en el sprint final, y han convertido esta fase en un intercambio de duras palabras y hasta insultos.

El todavía presidente, en mangas de camisa, corbata negra y cierto perfil izquierdista en busca del votante más progresista se subió al estrado en Marsella, bajo el sol, para llamar a quien elige dando mucha importancia a las medidas ecológicas. Y ahí lanzó el órdago contra Le Pen. "Dice que está con nosotros en la neutralidad de carbono para 2050, pero además la adelanta a 2030, ella que tan bien conoce sus cifras... Hasta incompetente, es climatoescéptica", espetó Macron, endureciendo su mensaje a medida que aumenta la proyección mediática para ganar las elecciones.

Hay sondeos que le dan hasta diez puntos de ventaja, pero eso no es seguro de nada. Le Pen, por detrás en este debate, ha salido este domingo al paso de las palabras de su rival, emulando la ofensa y alegando que Macron tiene "un proyecto vacío" para Francia después del 24 de abril. "Climatoescéptica. Es el típico ejemplo de un anatema que no se basa en nada. Desde el momento que entró en campaña, (Macron) tomó la decisión de hacerlo sobre el anatema, en el insulto hacia mí. Creo que es para ocultar el vacío de su proyecto", sostuvo la candidata de Agrupación Nacional en declaraciones a France 3.

El eje en el que se mueven ambos candidatos es, en un lado, con el votante más descontento, y en el otro con quienes quieren continuidad. Macron necesita atraer al votante de izquierdas que no apostó por él en primera vuelta; Le Pen se apoya en ese enfado precisamente contra el aún inquilino del Elíseo. Pero RN tiene que buscar el equilibrio: esta misma semana la candidata abogó por tener buenas relaciones con Rusia, por sacar a Francia del Mando Aliado de la OTAN y por sustituir la UE por una "alianza de naciones". Es decir, todo lo contrario a lo que promulga Macron.

El presidente, de hecho, acusó a su oponente de "aprovecharse de la ansiedad de los franceses" y calificó de quiméricas algunas propuestas de Le Pen. Ella, en todo caso, insistió en que no quiere sacar a Francia del Acuerdo de París y defendió las propuestas de corte ecologista que ha incluido en su programa. El ecologismo, al fin y al cabo, es un elemento importante en las carreras electorales en Europa, pero en el caso galo es Macron el que parte con ventaja.

Hay un 22% de los electores, los de Mélenchon, que tendrán que decidir el domino y que están llamados a decantar la balanza. En todo caso, la web de la candidatura 'insumisa' publicó este domingo los resultados de una consulta entre sus militantes de cara a la segunda vuelta. Casi un 38% dicen que van a votar en blanco o nulo, mientras que el sondeo prevé además un 33,4% de apoyo Macron, y casi un 29% de apoyo a la abstención. La opción de Le Pen ni siquiera se contemplaba en la consulta, aunque lo realista es que sí pueda llevarse una parte de ese voto.

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