La puesta en marcha total del túnel de Glòries de Barcelona comportará colas: será clave aprenderse el camino

Así será la nueva configuración vial en Glòries.
Así será la nueva configuración vial en Glòries.
Henar de Pedro
Así será la nueva configuración vial en Glòries.

El domingo será un día histórico en Barcelona, porque tras casi siete años de obras, por fin se pondrá totalmente en marcha el túnel de Glòries, con su apertura también en sentido Llobregat. La plaza quedará así casi libre de coches y con más espacio para el paseo y el verde, pero habrá una contrapartida: más retenciones en la zona. El Ayuntamiento ha alertado de ello este jueves y ha indicado que sobre todo serán consecuencia del desconocimiento de los nuevos itinerarios por parte de los conductores y de que bajo tierra habrá menos carriles que en superficie.

El gerente de Movilidad e Infraestructuras, Manuel Valdés, ha apuntado que las colas, previstas sobre todo en la Gran Via, se producirán "los primeros días, seguramente semanas", y para hacerlas más llevaderas, ha recomendado usar el transporte público. En caso de optar por el vehículo privado, ha aconsejado "salir con tiempo y, si es posible, no en hora punta" e informarse antes bien de la nueva configuración vial y del estado del tráfico. También ha señalado que para que las retenciones disminuyan, el Ayuntamiento trabajará para rebajar progresivamente la circulación de vehículos privados, aunque no ha concretado cómo.

El túnel de Glòries en sentido Llobregat dejará de estar vacío el domingo.
El túnel de Glòries en sentido Llobregat dejará de estar vacío el domingo.
MIQUEL TAVERNA

Está previsto que, si no hay condiciones meteorológicas muy adversas, el túnel de Glòries en sentido Llobregat esté plenamente operativo a las 8 horas del domingo 3 de abril, tras ponerse en marcha en sentido Besòs el pasado noviembre. Antes, a última hora del sábado, la Guardia Urbana iniciará los desvíos de tráfico y empezarán los trabajos de implementación de la nueva configuración viaria. 

El cuerpo policial desplegará un dispositivo específico en la zona durante unos días, con puntos fijos y móviles, para orientar a los conductores y garantizar que se cumplan las normas de circulación. Las primeras semanas habrá una "voluntad pedagógica" más que sancionadora, ha asegurado el inspector y portavoz de la Guardia Urbana Jordi Oliveras.

A partir de mayo, un radar controlará que los conductores no sobrepasen el límite de velocidad permitida, de 50 kilómetros por hora, aunque este no empezará a comportar multas hasta agosto.

Así será la nueva configuración vial en Glòries.
Así será la nueva configuración vial en Glòries.
Henar de Pedro

Las modificaciones viarias

Entre los principales cambios viales que comportará la puesta en funcionamiento del túnel para entrar a la ciudad está la eliminación de los carriles en superficie para vehículos privados que quedaban en la Gran Via, entre las calles Bilbao y Padilla. Solo podrán circular por allí –por los laterales– los coches de vecinos, servicios y emergencias y el transporte público (tramo Bilbao-Independencia y tramo Castillejos-Padilla).

En sentido Llobregat, los vehículos aún circulan por la superficie.
En sentido Llobregat, los vehículos aún circulan por la superficie.
MIQUEL TAVERNA

Como en sentido Besòs, en sentido Llobregat el túnel contará con tres carriles, dos para vehículos privados y otro para autobuses metropolitanos. Los coches privados que vayan por su interior, al salir, tendrán la opción de subir por Padilla (carril derecho) o por Marina (carril central). En línea recta por la Gran Via, por el carril de la izquierda, solo podrán circular los autobuses. 

Antes de entrar al túnel, a la altura de la Rambla de Poblenou, habrá una salida hacia el lateral de la Gran Via exclusiva para buses y taxis. En este punto se mantendrá el actual semáforo, con un doble objetivo: permitir la maniobra a estos vehículos para acceder a su rampa para abandonar el túnel desde el carril bus situado a la izquierda y regular el tráfico que entra al corredor. El transporte privado que circule por la C-31 y quiera acceder al lateral de la Gran Via tendrá que utilizar la salida 207 Bac de Roda/Poblenou.

Las modificaciones, además, provocarán la eliminación del actual giro desde el ámbito central de la Gran Via en sentido Llobregat hacia la calle de la Independència. Los vehículos que usaban este itinerario para conectar con Aragó tendrán dos opciones. Una es salir por la salida 207 Bac de Roda/Poblenou, continuar por Bac de Roda y después girar hacia Aragó o Mallorca. Otra es seguir en la C-31 hacia el interior del túnel y llegar a Aragó a través de Padilla o Marina.

La calle de la Llacuna quedará sin conexión con la Gran Via en sentido Llobregat y únicamente restará operativo un carril para acceder al lateral mar, en sentido Besòs (vados y servicios). En el tramo entre Perú y la Gran Via, Llacuna se pacificará, con lo que solo se permitirá la circulación de vehículos de vecinos y para acceder a la zona de carga y descarga del centro comercial de la zona.

La entrada al túnel en sentido Llobregat, vallada este jueves.
La entrada al túnel en sentido Llobregat, vallada este jueves.
MIQUEL TAVERNA

Mejora para buses metropolitanos y peatones

Valdés ha destacado que con la puesta en marcha total del túnel de Glòries los autobuses metropolitanos contarán con un carril propio de entrada a la ciudad y otro de salida, con lo que podrán cruzar la plaza por el subsuelo en línea recta y "en menos tiempo". "Es muy importante porque hay 250 buses que entran y salen cada día" de la ciudad, ha dicho.

El túnel también comportará una mejora para los peatones, pues cuando esté totalmente operativo, absorberá los 78.000 vehículos privados que circulan diariamente por la Gran Via a la altura de Glòries (43.000 en sentido Llobregat y 35.000 en sentido Besòs).

957 metros de longitud

El corredor, que se empezó a construir para eliminar el criticado 'scalextric' que se levantó en Glòries con motivo de los Juegos Olímpicos del 92, tiene 957 metros de longitud -1.157 si se incluyen las rampas de acceso- y dos tubos independientes -uno para cada sentido de circulación-.

Los vehículos privados ya no podrán circular por la superficie.
Los vehículos privados ya no podrán circular por la superficie.
MIQUEL TAVERNA

Ha supuesto llevar a cabo una de las obras con más complejidad técnica que se han realizado en la ciudad. El principal motivo de la dificultad de los trabajos es que el túnel se ha tenido que construir por debajo de los de las líneas R1, R3/R4 y R2 de Rodalies y la L1 del metro. También se ha excavado bajo de la red de alcantarillado y de galerías de servicios. Todo ello ha hecho necesario ejecutar casi 60.000 metros cuadrados de muros pantalla, algunos de hasta 54 metros de profundidad. Además, durante la construcción del túnel se han bombeado diariamente 25.000 m3 de agua freática, lo que equivale a 10 piscinas olímpicas.

Contratiempos en las obras

Las obras, que han costado unos 192 millones de euros, empezaron en abril de 2015, bajo la alcaldía de Xavier Trias, con la previsión de finalizarlas en mayo de 2017. Sin embargo, en abril de ese año, y ya con Ada Colau como alcaldesa, el Ayuntamiento rompió el contrato con las empresas constructoras por retrasos y sobrecostes. 

El proyecto permaneció parado hasta marzo de 2018, cuando el Consistorio volvió a adjudicar los trabajos, con una duración prevista de 32 meses, hasta principios de 2021. 

En 2019, las obras se complicaron a la hora de perforar bajo los túneles de la L1 del metro, que tuvo que reforzarse, lo que provocó un sobrecoste de 1,8 millones de euros. 

En 2020 llegó el estado de alarma por el coronavirus, lo que hizo que los trabajos volvieran a detenerse, esta vez, durante dos meses, desde marzo hasta mayo.

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