ENTREVISTA | Álvaro de Luna: "No hay nada más bonito que ser normal"

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El cantante sevillano Álvaro de Luna.
JORGE PARÍS
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Ese niño de voz rota que cantaba a la luna para curarla cada noche es ahora toda una estrella del pop-rock español. Y lo ha conseguido casi en tiempo récord, gracias a canciones que están en boca de todos antes incluso de saber su nombre.

¿Por qué Levantaremos al Sol? Aunque el concepto es una relación de amor, no deja de ser una metáfora de la manera en la que yo me imaginaba que íbamos a salir de la situación que nos había dejado la pandemia. Todos queremos volver a retomar nuestras vidas, irnos a una fiesta o de vacaciones. Todo lo que engloba lo que antes conocíamos como nuestra normalidad. Creo que es un título lo bastante bueno para hablar de ese momento de calma después de una tormenta enorme.

Es un recorrido por el amor y sus diferentes formas o momentos. ¿Es lo que le nace o fue buscado? El disco lo escribí durante el confinamiento. Era acojonante cómo iban fluyendo los temas, venían uno detrás de otro. Nunca me había pasado. ¡En cuestión de quince días tuve un disco escrito! Creo que eso, normalmente, no es algo habitual y, por supuesto, no fue premeditado. Todo surgió cuando, un poco antes de llegar la pandemia, se rompe la relación con mi pareja. Entonces, durante el encierro, yo empecé a echarla mucho de menos, y ese sentimiento provocó que me abriera con canciones que hablaban de nosotros y de nuestra relación, desde los comienzos hasta la ruptura.

"Yo escucho reguetón, pero no apoyo canciones de reguetón en las que todo el rato se presenta a una mujer sumisa"

Defiende una manera particular de contar historias, autobiográficas y con respeto. ¿Es la forma en la que cree en la música? Me ha salido así de manera innata, porque a esa persona de la que hablo en el disco la tengo mucho cariño. Es una historia de amor muy bonita y respetuosa, y merecía ser contada así. Pero ya estoy preparando el siguiente disco, el segundo, que será completamente diferente, algo más canalla. En él hablo de mí, y como yo soy un cuadro, lo mismo soy respetuoso que soy un faltón.

¿Cree que hay música que falta al respeto u ofensiva? Sí. Yo veto mucho lo de usar un lenguaje despectivo o que incite a chavales a interpretar la sexualidad de una manera errónea. Yo escucho reguetón, pero no apoyo canciones de reguetón en las que todo el rato se presenta a una mujer sumisa, que está a tu disposición y que tú eres el amo del mundo. Eso no lo voy a defender nunca. Y no lo haré porque me he criado y me ha educado una madre feminista, y eso que ella ni sabía que esa terminología era lo que la definía. Toda la música hecha con gusto y cariño me gusta, pero no eso. Escuchar a uno de mis hermanos pequeños decir 'me pide leche', sin saber siquiera qué coño significa, fue algo impactante para mí. Respeto todo tipo de música, aunque es verdad que soy un poco nazi con ese tema. Además, es absurdo que yo inicie ningún tipo de guerra contra algo que, una gran mayoría, no lo ve mal. Es una batalla perdida.

Volviendo al disco, qué locura con Juramento eterno de sal. Ha sido una acogida muy bonita, muy guay y muy loco todo. Aún sigo digiriéndolo. La clave ha sido no pensar el éxito anterior que tuve con Sinsinati, Indios y vaqueros, que también pegó muy fuerte. He seguido haciendo canciones como las hacía antes, para disfrutarlas para mí y queriendo contar un mensaje. Y si triunfan bien, y, si no, también.

"Después de nueve años tocando para familiares y amigos, lo último que pensaba es que iba a ganar dinero con la música"

¿Es fácil moverse entre el vértigo y euforia desmedida, que es como ha definido este momento de su vida? Es muy complicado, y, de hecho, la salud mental es algo de lo que hablaré en el siguiente álbum. Esto es muy bonito, pero duro. Al final solo se muestra lo guay de esto, que estoy en sitios muy cool, con gente muy cool y haciendo cosas muy cool. Pero lo que nadie te cuenta es cuando llegas a casa y estás solo. O cuando tienes un problema. ¿A quién llamas? ¿En quién confías de verdad? Eso es algo que, creo, no se muestra de esta profesión. Todo el mundo que está empezando quiere el éxito, pero no sabe hasta qué punto lo quiere. El éxito es muy guay, pero de manera comedida y disfrutona. Si llega todo muy de golpe, digerirlo en tan poco tiempo es muy complicado y provoca ansiedades. Yo he pasado por momentos muy críticos. Hacía lo que me apasionaba, pero no era capaz de disfrutarlo del todo porque creía que la presión iba a poder conmigo. Es difícil de gestionar y sigo trabajando en ello. Creo que lo más duro, y mira que las he pasado canutas, es asimilar que tú sigues siendo el mismo. Si eres un tío normal, sigue así, porque no hay nada más bonito que ser normal y agradecido con todo lo que tienes.

El cantante sevillano Álvaro de Luna.
El cantante sevillano Álvaro de Luna.
JORGE PARÍS

¿Fue una decisión complicada dejar Sinsinati justo cuando estaban triunfando? Mucho, pero, si te digo la verdad, no me arrepiento. Fue un grupo que montamos de manera improvisada, ni nos conocíamos, y mantener eso era complicado, porque éramos cuatro personas con gustos y visiones diferentes. Además, después del confinamiento, yo también empecé a sentirme extraño. Yo soy un poco tremendista y cuando pasó todo eso pensé que el mundo se acababa. Me decía: 'yo no me puedo morir sin sacar un disco de canciones mías, personales, que cuenten lo que quiero contar yo, no en nombre de'. Entonces decidí seguir mi camino.

"Cuando nos confinaron, pensé que el mundo se acababa. Me decía: 'yo no me puedo morir sin sacar un disco de canciones mías'"

¿Le dijeron muchas veces eso de: '¿dónde te crees que vas?'. Sí, hasta la saciedad, desde la compañía hasta mi madre. Y es duro luchar contra eso e incluso te planteas que igual te estás equivocando, pero creo que todo lo que se hace con corazón y amor, aunque te equivoques, no estará mal hecho. Esto es una carrera de pasión, no de hacer churros. Ahora me va bien, pero hace no tantos años no, y no por eso dejé de echarle ganas y corazón. ¡Que vengo de hacer conciertos con 20 personas de las que quince eran familia y cinco, colegas! Es algo que no dejo de tener en cuenta. Creer en algo y defenderlo a capa y espada hace que eso funcione.

Es una visión bastante romántica de la industria. ¿También la tiene de la música? Yo me considero romántico y nostálgico, sí. No concibo, por ejemplo, no sacar disco. La gente de mi edad va single a single, pero a mí me encanta hacer un álbum que tenga una temática y que tenga guiños entre sus canciones. Al final la música es algo muy artístico, no me metí en esto para hacerme de oro. Después de nueve años tocando para familiares y amigos, lo último que pensaba era que iba a ganar dinero con esto.

"He pasado por momentos muy críticos. Hacía lo que me apasionaba, pero no era capaz de disfrutarlo del todo porque creía que la presión iba a poder conmigo"

Y, ahora que está dentro de ella, ¿no ha cambiado esa forma de verlo? No. Me encanta la música actual, pero en mi proyecto me gusta ser más conservador. Obviamente, ahora mismo eso está superdesfasado, pero es como la ropa vintage, ahora se ha puesto de moda (risas).

Hablaba de sus inicios. En ellos se hizo muy conocido por cantar, entre otros, temas de Jarabe de Palo. ¿Llegó a conocer a Pau Donés? ¿Qué legado nos dejó? Esa ha sido mi pena, que haya fallecido sin haberlo conocido. Un señor que lo era todo en el mundo y, sin embargo, era el más humilde y generoso. La flaca la canto y la llevo cantando toda mi vida. De hecho, cuando fui al casting de La Voz no les cuadraba que llevara esa canción que, al final, me puso en el mapa. Pau Donés fue un tipo que, sin él saberlo, me cambió la vida por su forma de verla, de entenderla y de hacer música. 


"Pau Donés fue un tipo que, sin él saberlo, me cambió la vida por su forma de verla, de entenderla y de hacer música. Mi pena es que haya fallecido sin haberlo conocido"

Es un caso curioso, pasó por La Voz, pero no se le conoce como exconcursante de talent, como suele ser habitual. Lo agradezco bastante, porque creo que ese tipo de etiquetas deberían pasar a un plano secundario pasado ya un tiempo. Te pongo el caso de Lola Indigo. Ella ya no es una extriunfita. Eso a lo mejor era así los dos primeros años, ahora es una chica que se ha currado muchísima su puñetera carrera. Creo que llega un momento en el que hay que quitar la etiqueta que te puso en el mapa para darle paso a esa etiqueta que tú mismo estás generando. Mimi era el último mono de Fama a bailar y de OT y tiene una carrera que no hace más que reventarlo. Como colega me siento superorgulloso de ella.

ÁLVARO DE LUNA

  • Cantante y compositor sevillano de 28 años, Álvaro comenzó en la música hace 9 años acompañado únicamente por su guitarra dando conciertos en garitos haciendo 'covers'. Pasó por 'La Voz' y en 2017 todo estalló con 'Indios y vaqueros' junto a la banda Sinsinati, que abandonó poco después. Ahora lanza 'Levantaremos al Sol', su 'opera prima' que contiene el archiconocido 'Juramento eterno de sal'.

Tiene muchos amigos dentro de la industria. ¿No hay rivalidad? Sinceramente, no. Cada uno hace su música y cada uno tiene un éxito diferente. No existe rivalidad, lo que hay es un apoyo enorme. No he conocido a nadie que tenga envidia del otro. O, al menos, no me ha llegado. Somos una generación muy sana y que se quiere mucho. Si me alegro del éxito de cualquier amigo, ¿por qué no voy a hacerlo por alguien que tiene la suerte de dedicarse, como yo, a la música? 

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