Mariúpol sigue resistiendo de manera heroica sin agua ni electricidad los ataques de las fuerzas rusas de combate después de que el Gobierno de Ucrania y las autoridades locales rechazasen el ultimátum de Putin  para entregar las armas y abandonar la ciudad.

Ofensiva total de Putin para conquistar Mariúpol donde 160.000 personas malviven sin luz, medicinas, calefacción o agua

Ante esta negativa de Mariúpol a rendirse, el asedio ruso continúa y previsiblemente será cuestión de horas que el Kremlin se haga con el control de una de las ciudades más deseadas desde el inicio del conflicto por Vladimir Putin. 

Y es que la toma de Mariúpol, con alrededor de medio millón de habitantes, se ha convertido en una obsesión para Putin. La importancia de esta urbe para el presidente ruso estriba en su situación estratégica, ya que se trata de una ciudad portuaria bañada por el mar de Azov.

El antes y el después del bombardeo en Mariúpol, a vista de satélite

Cuando Rusia conquiste Mariúpol, se hará con uno de los puertos más grandes de Ucrania y aislará un poco más a Ucrania, que no podrá recibir mercancías de ningún tipo por ese enclave.

Situación estratégica

A su vez, permitirá a Moscú seguir avanzando en el fortalecimiento de la conexión entre las regiones prorrusas del Donbás ( Donetsk y Lugansk) y la península de Crimea -desde 2014 bajo dominio ruso -, ya que ciudades como Melitópol y Berdiansk ya está bajo control ruso. 

Carlos Gámez

Establecer un corredor terrestre por el sur facilitaría mucho a Rusia el traslado de mercancías y personas entre estos territorios. En la actualidad, Crimea está conectada con la Rusia continental a través de un puente de 19 kilómetros construido sobre el estrecho de Kerch, el más largo de Europa en la actualidad. 

El dominio de la ciudad supondría además para Rusia tener el control de casi todo el sur del país, donde solo resistiría Odesa. 

Capital del acero

Mariúpol, por otra parte, es también un importante centro industrial para Ucrania, por lo que es conocida como la 'capital del acero'. En ella se encuentra, por ejemplo, la fábrica siderúrgica y metalúrgica Azovstal, una de las más grandes de Europa, que este pasado domingo resultó gravemente dañada por los ataques rusos. 

Más del 80% de las ciudades han sido destruidas

Los daños humanos y materiales provocados por el Ejército de Rusia han sido enormes. El Ayuntamiento de Mariúpol denunció los ataques rusos han destruido "el 80% de las viviendas" desde el comienzo de la guerra hace más de tres semanas. 

"En promedio, se lanzan entre 50 y 100 bombas por día sobre la ciudad", denunció en su canal de Telegram el Consistorio, que calcula que más de 30.000 personas han abandonado ya la ciudad por sus propios medios. 

Las autoridades de la ciudad denunciaron que esta es la peor catástrofe humanitaria nunca antes registrada en Mariúpol, y que ya han muerto alrededor de 2.200 habitantes. 

Por otro lado, se cifran en más de 350.000 los habitantes que continúan aún escondiéndose en refugios y sótanos para protegerse del continuo bombardeo de las fuerzas rusas. 

La semana pasada, las autoridades ucranianas acusaron a los militares rusos de bombardear un teatro que servía de refugio a 1.300 civiles. Sin embargo, Rusia negó cualquier tipo de implicación en lo ocurrido y acusó directamente al Batallón Azov, un grupo paramilitar neonazi, de ser responsable de esta "nueva provocación sangrienta".