El monumento a la Sardana vuelve a lucir reformado en su ubicación en la montaña de Montjuïc de Barcelona. El Ayuntamiento ha dado por finalizados los trabajos para restaurar el conjunto escultórico, situado en la plaza de la Sardana y en plena subida al castillo de Montjuïc, de manera que se ha recuperado su aspecto original después de que en octubre de 2020 sufriese un ataque que dejó rotas o desaparecidas algunas partes del mismo.
La actuación ha contado con un presupuesto de unos 28.500 euros –asumidos por la Direcció de Serveis d'Arquitectura Urbana i Patrimoni- y ha ido a cargo del escultor Abel Vallhonesta. Ha consistido en reparar los dos conjuntos de brazos y manos originales que se pudieron recuperar y en reproducir los otros seis conjuntos que faltaban.
A partir de la información extraída de una investigación documental y fotográfica, se han elaborado en talleres modelos de barro y yeso y moldes para hacer réplicas de piedra y en las últimas semanas se han hecho los trabajos 'in situ' de fijación o integración de todos los elementos. También se han reparado las fisuras y se han reintegrado pequeños elementos de la escultura con materiales adecuados, y se ha realizado una limpieza superficial del conjunto para uniformar su aspecto.
La Sardana es obra del escultor Josep Cañas en colaboración con Carles Amadon. Cuenta con 8 'dansaires' con las manos entrelazadas, y fue realizada en el año 1965, con la inscripción 'La sardana es la danza más bella'. Se inauguró el 19 de marzo de 1966, y el 25 d'abril de 2009 se le añadió una nueva plaza con la inscripción: 'Barcelona a la colla sardanista Violetes del Bosc'.
Según se recoge en la ficha de Arte Público del Ayuntamiento de Barcelona, los periodistas Jaume Fabre y Josep Maria Huertas relatan: "El mismo día en el que el alcalde Porcioles inauguraba su mirador, el 'Mirador del Alcalde', se inauguró el Parque de Atracciones de Montjuïc, con tres monumentos, uno de ellos en la entrada, La Sardana, obra de Josep Cañas, que utilizó piedra de Ulldecona para esculpir sus hieráticos 'dansaires'". Cañas era también el autor de la escultura de Carmen Amaya, inaugurada el mismo día. La otra figura era la del gimnasta Joaquim Blume, realizada por Nicolau Ortiz.
La Sardana ya no sirve de pórtico a un parque de atracciones que estuvo abierto entre 1966 y 1998. En 1984, el autor tuvo que realizar trabajos de restauración, a causa del mal estado en el que se encontraba la escultura. En agosto de 2002 desapareció una de las figuras, que fue repuesta en noviembre.
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