Valencia recibe dos nuevos autobuses con 88 refugiados: "Nos vamos a adaptar rápido y vamos a estar bien"

Dos nuevos autobuses con refugiados procedentes de Ucrania han llegado este jueves a la provincia de Valencia, a la capital y Burjassot, con 88 personas a bordo, después de que otras 17 no se hayan podido trasladar a última hora por problemas burocráticos. Mujeres y niños han descendido de los vehículos entre aplausos y han expresado su emoción por sentirse a salvo, algunos de ellos tras el largo viaje y después de once días encerrados en un sótano, en algún caso.
Valencia recibe dos nuevos autobuses con 88 refugiados: "Nos vamos a adaptar rápido y vamos a estar bien"
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Valencia recibe dos nuevos autobuses con 88 refugiados: "Nos vamos a adaptar rápido y vamos a estar bien"

"Nos vamos a adaptar rápido y vamos a estar bien", ha asegurado Tanya en declaraciones a los medios a su llegada a la Universitat Politècnica de València. La joven ha contado que está "muy feliz" por haber llegado con su madre y sus dos hermanas a València, desde donde este mismo jueves viajarán a Bilbao en otro autobús.

Aunque ha admitido que está "más tranquila" sabiendo que están "a salvo" y se ha acordado de "las personas que se quedaron allí". "Me preocupa mi hermano mayor, mi madrina y mi amiga que va a intentar venir aquí con su familia", ha dicho.

Tanya es una de las 47 personas refugiadas que han llegado a las 8.30 horas de este jueves a la UPV en un autobús fletado por el empresario valenciano Juanma Baixauli, en colaboración con la Fundación Juntos por la Vida. El autobús partió de València el pasado viernes y viajó hasta el pequeño pueblo de Przemysl en la frontera de Polonia donde recogió a las familias ucranianas que querían abandonar su país debido a la invasión de Rusia.

El equipo de Consultia Business Travel estuvo realizando además labores de descarga y abastecimiento de material humanitario en el antiguo centro comercial Tesco, ubicado en dicha localidad, convertido ahora en refugio para la acogida de los ciudadanos ucranianos.

"Es una alegría porque ya no estamos en un país completamente destrozado. En el bus mi madre y yo estábamos llorando porque estamos muy contentas por estar aquí y estar a salvo", ha contado Ruslana, de 18 años, que ha viajado con su madre y su hermano pequeño. Su padrastro y su abuela materna no han podido salir de Ucrania.

"Fue muy difícil llegar a Polonia porque vivimos en un pueblo rodeado de pueblos militares. El primer día, cuando empezaron los bombardeos el 24 de febrero, salimos a un pueblo más lejano, pero no equivocamos porque allí había más unidades militares", ha destacado.

Ruslana y su familia pasaron once días encerrados en el sótano de su abuela para protegerse de los ataques rusos. "No podíamos salir porque estábamos con mi abuela de 81 años pero al final ella no podía aguantar más y la llevamos con mis primos", ha agregado.

CASI IMPOSIBLE SUBIR AL TREN

Después de estos días, consiguieron llegar a la estación de Kiev y coger un tren: "Subir al tren era casi imposible y perdimos cuatro trenes", ha apuntado. Una vez en Polonia, intentó convencer a su madre para viajar a España: "Le dije a mi madre que fuéramos a València porque yo hablo español y sé que aquí tengo una familia que nos va a dar casa y nos va a cuidar", ha subrayado.

Y, aunque ha dicho que está "muy contenta" por llegar a València, ha reconocido que quiere "volver pronto a Ucrania para ver a los familiares". "Tengo muchísimas ganas de ver a mi abuela", ha manifestado.

Ruslana, su madre y su hermano se han trasladado este jueves a Alaquàs, a casa de Rosario García, donde la joven pasó algunos veranos y navidades a través de un programa de acogimiento. "Cuando nos enteramos de que la cosa empezaba, como estábamos en contacto le dijimos a Ruslana que si necesitaban salir de allí que contaran que aquí tenían una casa", ha remarcado.

"La habitación donde ella dormía la hemos reestructurado un poco y hemos colocado otra cama para que puedan dormir los tres juntos. Pensamos que lo importante es que estén juntos y tranquilos, y luego poco a poco ir haciendo una vida en unas mejores condiciones de las que estaban viviendo", ha resaltado.

"SE HUBIERAN MUERTO"

A las 10.00 horas, ha llegado a Burjassot otro autobús, fletado por el Ayuntamiento, con 41 personas, aunque otros 17 jóvenes no han podido viajar por "temas burocráticos con las autoridades polacas", según ha explicado el vicepresidente de la Fundación Juntos por la Vida, Jesús Rodríguez. Entre aplausos de sus familias de acogida y algunos vecinos que se han acercado a recibirles, los refugiados han entrado en el ayuntamiento, donde han podido abrazar a sus familias.

Este ha sido el caso de Katya, de 23 años, y su hermana pequeña, que se han reunido con su familia de acogida, con la que se trasladarán a Alicante. "Cuando hemos llegado estábamos nerviosos porque la gente estaba aplaudiendo, pero también alegres porque nos estaban esperando con sonrisas, sin ningún bombardeo", ha declarado y ha reconocido que "lo difícil ha sido dejar a la familia, se quedó una parte allí".

Nela Morera, madre de acogida de cinco refugiados en Oliva, ha comentado que ha decidido ayudar a estas personas porque "están sufriendo" y "esto era insoportable". "Pensábamos que no llegaría la guerra, pero no. Yo lo comparo con el coronavirus: siempre crees que no te tocará a ti, que está muy lejos, pero te toca y es imposible quedarse porque iban a morir", ha lamentado.

Las cinco personas que acoge Nela, un padre, sus dos hijas y dos nietas de cuatro y once años, vivían en un pueblo al sur de Kiev que, según ha indicado, "está destrozado y no queda ni una casa". "Si se hubieran quedado, se hubieran muerto", ha insistido.

"El reencuentro ha ido genial. Te tiemblan las piernas y el corazón se te sale", ha expresado, pero ha admitido que "ha sido todo muy dramático, han sufrido mucho y están agotados". "Llevan desde el domingo hasta el jueves con lo puesto y una mochila, y además de camino les nevó un poco y se pasaron toda una noche de pie haciendo cola", ha apuntado.

El alcalde de Burjassot, Rafa García, se ha mostrado "profundamente emocionado" y "satisfecho de poder contribuir y apostar un granito de arena a esta situación". "Es desgarrador ver estas imágenes que en pleno siglo XXI no deberían verse, pero desgraciadamente esto es así y en lo que podamos contribuir ahí estaremos Burjassot, el pueblo valenciano y España entera", ha aseverado.

Asimismo, ha adelantado que el consistorio ha puesto a disposición de la Fundación Juntos por la Vida instalaciones municipales para aquellas personas que no tengan un sitio en el que alojarse.

PRÓXIMAS LLEGADAS

El vicepresidente de Juntos por la Vida ha subrayado que la mayoría de las personas que han viajado en estos autobuses tienen vínculos con otras familias de la Comunitat Valenciana. Sin embargo, aquellas que no tienen un lugar donde quedarse serán trasladadas a unos refugios en Alaquàs y Torrent.

Por su parte, el empresario Juanma Baixauli ha explicado que "está apoyando a la fundación Juntos por la Vida con la logística de transporte". "Este autobús no es el último y van a seguir yendo transportes", ha anunciado. En este sentido, el próximo domingo 13 llegará un nuevo autobús a València y el sábado 12 aterrizará un avión de la compañía Airsnostrum con un total de 80 personas ucranianas a bordo.

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