Barcelona regula las actividades del Eixample para preservar el comercio de proximidad y evitar la gentrificación

Vista aérea de la cuadrícula diseñada por Cerdá, en el Eixample de Barcelona.
Vista aérea de la cuadrícula diseñada por Cerdá, en el Eixample de Barcelona.
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Vista aérea de la cuadrícula diseñada por Cerdá, en el Eixample de Barcelona.

La Comisión de Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona ha aprobado inicialmente este viernes un plan especial que regula la implantación de restaurantes, comercios alimentarios o actividades turísticas, entre otras, en todo el distrito del Eixample. El objetivo principal del nuevo plan de usos -ya de aplicación- es "preservar el comercio de proximidad y evitar la gentrificación" en un distrito donde se prevé la Superilla Barcelona. 

Se quiere seguir el modelo de la calle de Girona y evitar que haya saturación y problemas de convivencia. El plan del Eixample introduce requisitos de densidad y distancia entre locales y superficies mínimas y máximas para restaurantes, actividades musicales, comercios alimentarios y actividades vinculadas con el turismo.

Una vez aprobado inicialmente el documento, se abre ahora un periodo de exposición pública de dos meses y se iniciará un proceso participativo para recoger las aportaciones del vecindario, entidades y grupos políticos de cara a la aprobación definitiva del documento, que podría introducir cambios.

En concreto, se introducen requisitos para actividades de concurrencia pública -restauración, actividades musicales, gimnasios, juegos, atracciones y actividades audiovisuales-, establecimientos alimentarios y locales vinculados a la actividad turística, como por ejemplo el alquiler de bicicletas, motos o patinetes o la comercialización de servicios turísticos.

Para ordenar la implantación de nuevos establecimientos, se ponen condiciones en cuanto al número máximo de locales de un mismo tipo en un radio determinado, a la distancia entre ellos y las superficies mínimas y máximas y la anchura de las calles.

Concretamente, se permitirá un máximo de cinco locales en un radio de 50 metros y un máximo de 18 locales en un radio de 100 metros para las actividades de restauración, actividades musicales, autoservicios, comercio alimentario con degustación y tiendas de conveniencia. Además, las actividades musicales y audiovisuales solo se podrán implantar en calles de más de 25 metros de anchura. Por otro lado, se fijan distancias diversas entre los locales según la tipología.

Por último, el plan fija que no se pueden implantar actividades relacionadas con la exhibición de material pornográfico y sexual y la prostitución ni establecimientos con máquinas expendedoras de alimentos ni tiendas anexas a gasolineras.

Actualmente, en el Eixample hay 14.416 locales, y un 28% están destinados a la restauración, autoservicios, comercios alimentarios, tiendas de conveniencia y actividades musicales. Solo las actividades de restauración y degustación suman hasta 3.279 establecimientos, que suponen el 20% de todos los del Eixample y casi el 30% de los locales dedicados a la restauración del conjunto de la ciudad.

Para poder extender el ejemplo de Girona al conjunto del distrito, en marzo del año pasado el consistorio hizo una suspensión de licencias de los ejes de Consell de Cent, Rocafort y Comte Borrell, que posteriormente se amplió a Enric Granados. Básicamente, se quiere evitar un monocultivo de actividades principalmente vinculadas a la restauración y al turismo, hacer compatible la actividad económica con la vivienda y potenciar la implantación de comercios como por ejemplo charcuterías, librerías o pescaderías.

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