Las reuniones de trabajo multiculturales han dejado de ser una rareza: pautas para gestionarlas y no meter la pata

  • Dice un estudio que las empresas con más diversidad logran un 19% más de ingresos.
  • La multiculturalidad es un beneficio para las empresas, pero también un desafío.
Una reunión de trabajo multicultural.
La multiculturalidad es ya una realidad de las empresas y del mercado de trabajo.
BERLITZ
Una reunión de trabajo multicultural.

El planeta está hipercomunicado, física y virtualmente, de modo que la multiculturalidad es un hecho. La globalización, la inmigración y el tránsito de talentos entre los diferentes países han llevado esta multiculturalidad a todas partes, también al mercado laboral.

Las empresas son multiculturales o mejor que lo sean. Según un estudio de la consultora Boston Consulting Group, las empresas con un porcentaje de diversidad y multiculturalidad mayor logran tener un 19% más de ingresos que el resto.

Es una virtud y un beneficio, pero la multiculturalidad es también un desafío para las empresas. Hay que tener capacidad de adaptarse a diferentes culturas e idiomas.

El ejemplo más claro son las reuniones de trabajo, donde están presentes personas de varios países. Ya no son una rareza, pero hay que saber gestionarlas. La escuela de idiomas Berlitz nos da cinco pautas para no meter la pata.

Superar las barreras lingüísticas

En una reunión multicultural, es importante encontrar un idioma común con el que todos los asistentes se sientan cómodos hablando. De este modo, es mucho más fácil comunicar ideas y opiniones de una manera natural y comprensible para todos. En este sentido, el inglés suele ser el idioma que predomina en la mayoría de situaciones, aunque en los últimos años también se ha dado un aumento del uso del alemán o el chino. Además, cada idioma cuenta con numerosas adaptaciones regionales. Por eso es importante que los miembros de una reunión utilicen la misma variedad. 

Es muy común recurrir al humor para romper el hielo, pero cuidado con las bromas sobre estereotipos culturales

Observar las costumbres y tradiciones de cada cultura

En este tipo de ocasiones es muy común recurrir al humor para romper el hielo, pero los expertos de Berlitz recomiendan evitar las bromas sobre estereotipos culturales,ya que el receptor podría no entenderlas o incluso sentirse ofendido. Otro aspecto a evitar es la invasión del espacio personal: mientras los españoles son personas muy cercanas, los ciudadanos de países del norte de Europa se caracterizan por mantener un estricto espacio entre personas.

La puntualidad, el engranaje principal

La puntualidad es uno de los aspectos más delicados y que puede sentenciar toda reunión. Está claro que se trata de un factor que varía con creces dependiendo de cada país. Por ejemplo, en países como Corea del Sur, Japón, Alemania, Reino Unido o Suecia, es bien sabido que la puntualidad es la reina para la educación. Establecer y especificar de manera clara la hora a la que asistir será clave para empezar con buen pie.

Adaptar el lenguaje: algo simple, pero necesario

En algunos países del sur de Europa o del sudeste asiático, tener un discurso muy directo puede conllevar unas connotaciones negativas al ser percibido como algo grosero. Mientras que, en otros países, como en Alemania, puede parecer un factor positivo e incluso eficaz a nivel laboral. Desde Berlitz, se propone adaptar y suavizar el discurso para llegar a un mayor público, siempre y cuando no se pierda la esencia del mensaje principal.

No arriesgarse con la comida

En caso de reunir a un grupo multicultural y ofrecer algún tipo de bebida y/o comida, es importante tener en cuenta las dietas alimenticias y religione

s. Acciones tan simples como brindar con una copa de champagne para celebrar el éxito de un negocio pueden convertirse en algo un tanto delicado por razones como la religión. Lo mismo ocurre con los alimentos.

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