La ofensiva rusa en territorio ucraniano se intensificó este lunes, en el quinto día de invasión, con un ataque con misiles sobre la ciudad de Jarkov, la segunda más poblada de Ucrania, y un férreo asedio sobre la capital, Kiev. Según confirmó el Ministerio del Interior ucraniano, decenas de personas murieron y hubo centenares de heridos en un feroz ataque de la artillería rusa contra barrios residenciales de Jarkov con misiles BM-21 Grad.

"¡Un ataque inmisericorde y sin sentido contra un barrio residencial! ¡Cadáveres destrozados en las calles!", denunció en su canal de Telegram Anton Gerashchenko, del departamento de Interior, un mensaje que acompañó de desgarradores vídeos en los que se podían ver cadáveres de civiles en las calles. Muchos habitantes de la ciudad colgaron también vídeos en las redes sociales en los que se apreciaba la lluvia de misiles sobre Jarkov. El gobierno de Kiev cifra ya en 352 el número de fallecidos, entre ellos 16 niños, y en más de 2.000 los heridos desde el inicio de la invasión.

El gobierno de Kiev cifra ya en 352 el número de fallecidos, entre ellos 16 niños

Las tropas rusas también avanzaron por el sur, desde la península de Crimea, y por el este, desde la región del Donbás, tomando el control de la central nuclear de Zaporozhie, la más grande de Europa. "Las Fuerzas Armadas de Rusia protegen y controlan completamente la zona de la planta nuclear de Zaporozhie", se congratuló el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Igor Konashenkov, en una comparecencia ante la prensa. Asimismo, el ejército ruso tomó el control de las ciudades de Energodar y Berdyansk, esta última uno de los principales puertos marítimos de Ucrania, en el mar de Azov. 

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Sin embargo, la ofensiva rusa no pudo rendir Kiev, prácticamente sitiada por las tropas del Kremlin, pero que se han encontrado con más resistencia de la esperada. "El enemigo sufrió pérdidas significativas de personal. Las tropas rusas están desmoralizadas y exhaustas", subrayó el comandante del ejército ucraniano, Alexander Syrsky.

El presidente, Volodímir Zelenski, por su parte, que ha impuesto la ley marcial en el país, hizo un llamamiento a "resistir" y a que cada ucraniano "se convierta en un combatiente". Incluso anunció la liberación de presos con experiencia militar para luchar contra el invasor. "No es una decisión fácil desde el punto de vista moral, pero es útil para nuestra defensa. Podrán expiar sus culpas en los lugares más peligrosos de la guerra", dijo.

La OTAN incrementará el apoyo a Ucrania

Zelenski sabe que cuenta con el apoyo de la OTAN, que incrementará aún más el envío de armamento a Kiev, según confirmó este lunes su secretario general, Jens Stoltenberg. "Los aliados aumentarán su apoyo con misiles antiaéreos y armamento anticarro, así como ayuda humanitaria y financiera", dijo. Pero esa intervención indirecta de la Alianza Atlántica está irritando al presidente ruso, Vladimir Putin, que ha puesto en máxima alerta y "en posición de combate" su sistema de armas disuasorias, que incluye los temidos misiles balísticos intercontinentales capaces de transportar ojivas nucleares. De hecho, el Kremlin advirtió este lunes de que la entrega de armamento a Ucrania por parte de los países aliados es una decisión "extremadamente peligrosa" y "desestabilizadora".

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Y mientras los combates se recrudecen en buena parte de Ucrania, el drama humanitario crece y ya son más de medio millón los ucranianos que han huido del país, según Acnur. Polonia, Hungría, Moldavia, Eslovaquia y Rumanía son los principales países receptores, aseguró la Agencia de la ONU para los Refugiados, que calcula que los refugiados podrían llegar a 5 millones de prolongarse el conflicto bélico.