
Courteney Cox, la icónica Mónica en Friends, se ha mostrado tremendamente sincera al hablar sobre sus múltiples operaciones estéticas, que ha achacado a la presión a la que las actrices se ven sometidas en Hollywood.
En una entrevista con la revista Sunday Times Style, la querida actriz, que está cerca de cumplir sesenta años, ha revelado que tardó años en ser consciente de lo "rara" que se veía después de todos procedimientos estéticos a los que se sometió.
En esa entrevista, ha asegurado que empezó con "inyecciones" de bótox y otros tratamientos, hasta que se dio cuenta de que se estaba volviendo "loca" y decidió parar para empezar a envejecer con naturalidad.
"Hubo un tiempo en que me miraba en el espejo y me decía: 'me veo más vieja'. Y traté de perseguir la juventud durante años", ha explicado.
"Un día alguien te dice: 'estás bien, pero no te vendría mal una inyección de relleno por aquí y por acá'. La primera vez sales contenta, porque apenas se nota, pero luego repites y repites hasta que te ves en una foto y dices: 'esto es terrible'", ha reconocido.
Por eso, decidió ponerle freno. "Tengo que parar. Esto es una locura", ha admitido que pensó. De hecho, hace cuatro años, la actriz reveló que se había "disuelto" sus rellenos faciales. Eso sí, ha asegurado que no renuncia a probar productos naturales cosméticos. "Soy una prostituta de productos. Intentaré cualquier cosa".
Cox, de 57 años, ha reconocido también que "no hay nada de malo en tener 60 años", Eso sí, ha admitido que le cuesta creérselo: "¡El tiempo va tan rápido!".
Antes / Después
— 〽️Wonder Woman〽️ (@LemusMarcela) August 21, 2015
Courteney Cox. pic.twitter.com/sFzPErvJ9Q
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