A pesar de que muchas personas las confunden, es importante conocer la diferencia entre una tarjeta de crédito y una de débito, porque podemos cometer errores que nos cuesten dinero.

Tal y como recoge el portal Noticias Trabajo, la principal diferencia es que en las tarjetas de débito el importe se carga directamente a la cuenta corriente del comprador, por lo que son un medio de pago en sí mismas.

En el caso de las tarjetas de crédito, nos permite financiar los pagos al instante, y ponerlos a plazos mediante dos métodos: o a fin de cada mes o mediante un porcentaje mensual del importe gastado o una cuota fija al mes, y casi siempre  con intereses aparejados.

Según este portal, hay siete errores que debemos evitar cuando usamos la tarjeta de crédito:

Retirar dinero en efectivo, algo que puede ser útil si se necesita liquidez, pero esta operación lleva una comisión, aunque lo hagamos en un cajero de nuestra entidad. También retrasarse en el pago del recibo, ya que los bancos pueden cobrar una comisión extra por retraso.

Otro de los errores es no hacer caso de los descuentos, ya que muchas tarjetas de crédito conllevan privilegios como bonificaciones o descuentos, en muchos casos sin intereses, incluso desconocer los seguros y es que las tarjetas de crédito suelen tener aparejados seguro de accidentes, de asistencia en viajes o de compra protegida.

Usarla como algo cotidiano es otro de estos errores, ya que si la usamos en cosas como la compra en el súper o el recibo de la luz nos puede dar una falsa sensación de que tenemos más dinero del real y al final nos endeudemos más a final de mes.

Pagar poco al mes, algo que dice el Banco de España: "Cuando el importe de la cuota es igual a los intereses del período, la deuda viva permanecerá constante y si es inferior a los intereses, la deuda se irá incrementando".

Por último, no conocer el pago por defecto y es que que algunas tarjetas permiten tener la modalidad de pago aplazado activado y una cuota mensual de reembolso muy baja.