Julio Iglesias no quiere saber nada de su hijo Javier. A pesar de que la defensa del valenciano busca la fórmula para intentar un acercamiento con el cantante, se cierran en banda para cualquier negociación. Todo su entorno sigue a rajatabla su decisión de mantenerse al margen de cualquier escándalo y ninguna de las personas escogidas para obrar el milagro, han mordido en hueso.
De hecho, 20minutos ha podido saber que ni siquiera todas las personas destinadas para tender puentes han podido abordar el caso personalmente con él. Está cerrado en banda y cualquier cuestión relacionada con la paternidad controvertida debe ser atendida únicamente por el despacho de abogados: “Javier no va a perder la esperanza de que todo cambie y que por fin haya un entendimiento”, dicen a este periódico
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