Las espadas están en alto. La última intervención de Rocío Carrasco en Telecinco ha vuelto a situar a Rocío Flores en el punto de mira. Insisten en que la joven está muy enfadada porque considera que su madre no solo la ha expuesto ante los medios, sino que insiste en estigmatizarla. Son muchos los que aseguran que en privado la joven no solo desmiente que se produjera un altercado de origen violento con su madre -y del que existe sentencia condenatoria contra la joven- sino que se considera víctima absoluta de la relación de su progenitora con Fidel Albiac.
En este sentido, advierte que está dispuesta a tirar de la manta y señalar al abogado como el responsable de la dramática situación familiar: “Rocío quiere contar sus vivencias y dice, con contundencia, que no se refiere a los hechos con su madre, sino a lo que sufrió con respecto a Fidel”, dice a 20minutos una de las personas más cercanas a la influencer.
Fidel desmiente rotundamente que mantuviera disputas, más allá de las derivadas de la convivencia con una adolescente, y por supuesto, desliza que acudirá a los tribunales siempre que se traspasen las líneas rojas marcadas por la ley. Garantizan que él también calla, de momento, los improperios que Flores le lanzaba en las trifulcas y que, de vez en cuando, ella optaba por trascender a las redes sociales. Twitter fue testigo mudo de algunas de las reflexiones en las que Ro dejaba clara su animadversión y que alteraron la natural relación de los miembros del núcleo familiar.
Las humillaciones parecían tónica habitual y no precisamente ocurrían como ella cuenta en petite comité. A pesar de que son muchos los que le han propuesto que conceda una entrevista para aclarar algunas de las incógnitas más cacareadas, él insiste en que las respuestas las dará en el lugar en el que se siente más cómodo: los juzgados. Otras voces señalan a 20minutos que si Fidel decidiera dar un paso al frente habría demasiadas sorpresas y el daño podría ser irreparable.
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