Los vecinos de Topares, en Almería, denuncian que la Iglesia se ha apropiado del bar que ellos mismos regentan

  • El local fue levantado por los vecinos en un terreno donado por otros habitantes del pueblo.
Los vecinos, indignados, cuentan su caso.
Los vecinos, indignados, cuentan su caso.
MEDIASET
Los vecinos, indignados, cuentan su caso.

Las adjudicaciones de la Iglesia comenzaron a dejar de ser legales en el año 2015, pero en 2014 la de Topares decidió hacerse con el terreno en el que los vecinos del pueblo habían levantado un bar que siempre ha sido un centro de reunión para los habitantes de la localidad almeriense.

El programa de Ana Rosa ha decidido enviar un equipo para informar de este caso tan peculiar desde dentro del establecimiento que la Iglesia se adjudicó aduciendo que se trataba de un salón parroquial, algo que los vecinos han denunciado y tachado de falso, pues afirman que este es un lugar laico.

Las protestas de los vecinos se han centrado en boicotear las homilías celebradas en Topares dejando de asistir al templo y acudiendo a las misas que organizan los pueblos de al lado. Ahora, en Topares, ya nadie va a la Iglesia que, tal como ha informado el reportero del matinal, está cuidada y limpia porque de ello siempre se han encargado los habitantes del pueblo.

La institución ha amenazado a los vecinos con cerrar el bar, algo a lo que estos se niegan, pues se trata de un lugar de recreo y distracción en el que pueden hablar, jugar a las cartas o tomar un café junto al resto de habitantes de Topares. Alfonso, presidente de la Hermandad encargada de gestionar y custodiar el bar, ha explicado ante las cámaras que el terreno pertenecía a unos vecinos que decidieron donar el sitio al pueblo.

Alfonso ha comentado que la Iglesia "no se ha gastado nada" en el acondicionamiento del bar, sino que todo ha sido pagado por los habitantes de Topares, que consideran el establecimiento el alma del pueblo. El hombre ha agregado que la Iglesia se adjudicó el lugar alegando que el pueblo había construido el bar para ellos como salón parroquial. Pese a las exigencias del párroco por obtener la llave del local, Alfonso se ha negado en repetidas ocasiones.

Alfonso ha señalado que las exigencias del párroco consisten en dejar que los vecinos utilicen el local, pero que los alquileres dependan de la institución religiosa. El presidente de la hermandad ha argumentado que los habitantes de Topares se niegan rotundamente a satisfacer al párroco, pues defienden que el local es un lugar laico y así seguirá siendo.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento