Por todos es conocido el fino sentido del humor que tiene la reina de Inglaterra, Isabel II. Prueba de ello es una anécdota que ha revelado Angela Kelly, que fue durante años asistente de la monarca.

Kelly ha publicado un libro titulado La otra cara de la moneda, donde cuenta sus vivencias con la reina. Tal y como recoge el Mirror, una de ellas, muy divertida, tuvo lugar en 2006, durante un viaje oficial a Australia.

Al parecer, Isabel II estaba muy ilusionado con la posibilidad de ver una cucaburra, un pájaro endémico de Australia, famoso por su canto, parecido a la risa humana. 

Durante el viaje el pájaro no se dejaba ver, pero Angela Kelly vio uno de peluche en una tienda de Sydney. Decidió regalárselo a la reina, pero quiso gastarle una broma antes.

Cuando regresaron a su residencia en Australia tras una visita, Kelly colocó el pájaro de peluche en una jaula en el balcón de su habitación. Después, le comunicó a la reina que había encontrado un ave.

La reina exclamó "¡Es una cucaburra!". "Fui a abrir las puertas de la jaula y ella dijo en voz alta '¡No! ¡No hagas eso! ¡Se va a ir volando!", recuerda Angela Kelly. 

"Volviéndome hacia Su Majestad mientras trataba de mantener una cara seria, le dije solemnemente que (el pájaro) estaba muerto". La reina recibió la noticia con un gesto horrorizado, hasta que su asistente se acercó hacia ella con los brazos extendidos y le dijo "¡inocente!".

"Solo tuvo dos palabras para mí: '¡Estás despedida!'. Me estaba riendo incontrolablemente cuando Su Majestad se volvió hacia Su Alteza Real (el duque de Edimburgo) y dijo: "¿Sabes lo que me acaba de hacer? ¡Ángela me ha tomado el pelo!".

Según cuenta Kelly, la reina se llevó el pequeño juguete al castillo de Windsor y ahora está en el respaldo del sofá de su sala de estar privada.