Una docena de municipios del área de Barcelona exigen el toque de queda nocturno

Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona delante de personas haciendo botellón, este verano.
Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona delante de personas haciendo botellón, este verano.
ACN
Un agente de la Guardia Urbana de Barcelona delante de personas haciendo botellón, este verano.

Doce municipios del área de Barcelona han pedido conjuntamente por carta al Govern de la Generalitat que implante el toque de queda nocturno, de la 1 a las 6 de la madrugada, igual que en las ciudades vecinas, en el marco de las restricciones para frenar la sexta ola de la covid.

En la carta, los alcaldes de Tiana, Alella, Teià, Vilassar de Dalt, Cabrils, Cabrera de Mar, Òrrius, Vilanova del Vallès, Vallromanes, Santa Maria de Martorelles, Martorelles y Sant Fost de Campsentelles, municipios todos ellos con menos de 10.000 habitantes, han solicitado al Govern que se aplique el toque de queda en su localidades ante el riesgo de sufrir un incremento de botellones durante las fiestas navideñas.

Las doce alcaldías exigen, en caso de que finalmente no se aplique el toque de queda en sus territorios, que los Mossos organicen un dispositivo policial extraordinario para garantizar la seguridad ciudadana durante las fiestas.

En este sentido, remarcan que en conjunto sus términos municipales configuran "una isla" sin toque de queda rodeada por ciudades en las que sí se aplica esta medida para frenar la expansión de la sexta ola de la covid.

Por ello, entienden que el riesgo de sufrir botellones se puede incrementar en estos municipios, al estar interconectados con ciudades como Badalona, Mataró, Granollers y Mollet del Vallès.

Recuerdan asimismo que la última experiencia con toque de queda selectivo en función de la situación de cada población ya puso en evidencia la celebración de botellones incontrolados en diversos puntos del Parque de la Serralada Litoral.

Los doce municipios afectados advierten que no tienen efectivos policiales suficientes para afrontar los botellones nocturnos que se pueden producir por parte de ciudadanos que buscan un lugar sin restricciones horarias donde poder celebrarlos, especialmente durante el Fin de Año.

Los alcaldes quieren evitar situaciones como las del pasado septiembre, cuando se vieron obligados a limitar los accesos motorizados al Parque de la Serralada Litoral y a cerrar zonas de aparcamiento público entre Teià, Vallromanes y Premià de Dalt, o en Cabrils y Vilanova del Vallès, para evitar estas concentraciones.

El entorno natural del Parque quedó entonces muy perjudicado y lleno de escombros, que tuvieron que recoger diversas entidades y los voluntarios de las ADF.

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