Mucha gente recordará a Bob Ross, artista estadounidense que falleció en 1995 víctima de un linfoma. Pero, si hay algo por lo que es recordado, además de por el programa de televisión sobre arte que presentaba, es por aquella foto en la que aparece pintando una de sus obras mientras mira a la cámara.

Es tan mítica esa imagen que ahora Funko Pop ha querido sacar un muñeco de ese momento, y lo ha hecho sumándose a la última tendencia tecnológica: los NFT.

El pintor se ha convertido en una pieza de criptoarte que se puede comprar a través de la web de la marca, y hay dos obras diferentes: 5 cartas con su imagen por 10 dólares o 15 cartas por 30 dólares.

Pero, como suele pasar, este anuncio que hizo Funko Pop el martes no ha estado exento de polémica. Y es que, si ya hay gente que critica estas obras de arte digital, lo hacen aún más en este caso, ya que Bob Ross dejó claro antes de fallecer que no quería que su imagen se usase con fines comerciales y estaba en contra de la especulación del arte.

Al morir, el artista dejó los derechos sobre su nombre, imagen y apariencia a su hijo Steve y a su hermanastro Jimmie Cox. Sin embargo, este último rechazó el testamento a favor de los socios del pintor, Annette y Walter Kowalski, quienes ya tuvieron algún rifirrafe con Ross en vida.

Y, por ello, la imagen del famoso artista no ha descansado en paz, pues Bob Ross ha aparecido como referencia en películas como Deadpool 2, series como Padre de familia o el videojuego Smite, y ahora es un Funko Pop NFT.

Es por ello que, como ha sucedido con el fallecido Stan Lee, que han usado su perfil de Twitter para promocionar un NFT de uno de sus superhéroes de Marvel, las redes se han deshecho en críticas por este último movimiento con el artista.