Entrevista | Sergio Dalma: "Tengo muy claro cómo y cuál es mi público, mi pretensión no es llegar a los jóvenes"

  • El artista catalán celebra sus treinta años en la música publicando con 'Alegría' (Sony), un disco con canciones que pretenden alejarnos de la negatividad.
Sergio Dalma.
Sergio Dalma.
JORGE PARÍS
Sergio Dalma.
Sergio Dalma.
JORGE PARÍS

Con su inconfundible voz rota, Sergio Dalma se ha convertido en uno de los artistas más destacados de nuestro país. Treinta años de éxitos avalan al cantante catalán, que, a sus 57 años, presenta con una ilusión casi contagiosa su nuevo disco, el número 21 de su trayectoria, un álbum muy vitalista que se concibió durante el periodo de confinamiento y con el que pretende poner en valor la alegría de las pequeñas cosas.

¿El título es ahora casi una necesidad? Sí. Alegría tiene ahora mucho sentido. Después de lo que nos ha tocado vivir, si este título lo hubiera puesto en un trabajo anterior no habría tenido la fuerza y el significado de ahora.

En él canta a la vida, como reza una de sus canciones. Ese canto a la vida tiene ahora un sentido aún más especial. Después de estar encerrados y de sentir que te recortan una serie de cosas, que, al final, te das cuenta de que son lo más esencial del día a día, celebras el poder volver a volar y reencontrarte con tu gente. No sé si por los años, pero disfruto de cada segundo al máximo, y ahora mucho más.

En Por amor al arte aboga por dar sin esperar nada a cambio. ¿Es fácil hacer eso? Es que, mira, yo hago música con la intención de poder llegar a la gente y, por suerte, siempre he tenido apoyo y agradecimiento. Pero no, no tienes que hacer las cosas estando condicionado.

Siempre le ha cantado, sobre todo, al amor y al desamor. ¿Es donde se siente más cómodo? Curiosamente, siempre se habla del amor y del desamor en Sergio Dalma, pero es que hasta los temas de reguetón hablan de eso. Evidentemente, ahora le canto al amor y al desamor desde una perspectiva más acorde a mi edad y más adulto, pero siguen estando muy presentes. Y seguiré cantándole, eso sí, más al amor que al desamor.

"Me considero un superviviente en la música, sobre todo por cómo ha cambiado todo"

Y siempre desde un punto optimista. Sí, pero esta vez más. Hablando de este proyecto con los autores les decía 'no quiero canciones tristes'. Una balada también pueden ser alegre. Las dos que hay en el disco lo son. Siempre me he considerado una persona optimista y positiva y, si en algún momento estoy pasando un bache, la gente no tiene por qué notarlo. Lo que tenemos que transmitir es esto, y en este disco mucho más. Lo que queremos ahora es pasarlo bien, divertirnos, salir, viajar, ir a conciertos... No podemos cantarles y contarles cosas tristes.

Con 21 discos a sus espaldas, ¿sigue sintiendo el nervio cuando publica uno? Ahora ya no me da tanto vértigo, sí mucha responsabilidad. Este disco ha salido de una forma tan inesperada que yo también me he tenido que reinventar. Yo no imaginaba que podía hacer un álbum encerrado en mi casa y cantando las canciones en pijama (ríe). Ha sido trabajar de otra forma y eso te hace espabilar y disfrutarlo de otra forma. De todas maneras, siempre tienes ese miedo de pensar si gustará o no gustará, pero estoy tan convencido de lo que he hecho, y creo que es lo que realmente necesitamos ahora, que acepto que no le puedes gustar a todo el mundo. Mi pretensión cuando yo empecé era esa. Ingenuo de mí, quería contentar a todo el mundo y eso es imposible. Más hoy en día con las redes sociales, que tienes que medir cada palabra, cada coma.

"Ingenuo de mí, cuando empecé mi pretensión era gustarle a todo el mundo, y eso es imposible"

¿Se sobredimensiona todo en las redes? Sí, son un amplificador que, a veces, pueden llegar a distorsionar la realidad. Yo mismo lo viví con lo que pasó este verano en Murcia (Se suspendió la última parte de su concierto tras haber animado al público a bailar). Se tergiversó todo de tal forma que hasta salí al día siguiente a pedir disculpas por si alguien se había ofendido cuando, al final, el tiempo ha demostrado que tampoco tenía mucho sentido. Cuando ves en el fútbol a la gente de pie y a un jugador tirándose a la grada, no pasa nada; en cambio, a nosotros todos los palos. Pero bueno, esto es una anécdota de todo lo que se ha vivido. Las redes sociales yo siempre las he entendido como una herramienta de trabajo, una ventana enorme para dar a conocer algo tuyo. A nivel personal no las utilizo, porque cuando voy con amigos a cenar me gusta estar disfrutando, no pendiente de ellas. Son una buena herramienta, pero cuando eso me esclaviza ya no me gusta.

Sergio Dalma.
Sergio Dalma.
JORGE PARÍS

Treinta años en la música. ¿Se considera un superviviente? Sí, totalmente. Sobre todo viendo cómo ha cambiado todo. Yo he tenido la suerte de disfrutarlo antes y de también seguir haciéndolo ahora, aunque de otra forma. No pienso que antes fuera mejor, ahora también lo paso muy bien y aprendo mucho de estas nuevas generaciones.

Se dice mucho que ahora suena todo igual. En cambio, a Sergio Dalma se le identifica al primer segundo de canción. Yo he luchado por no perder la esencia. No he querido estancarme y sí evolucionar, experimentar y hacer cosas nuevas con la voz, aunque la gente me tiene catalogado como baladista, pero nunca perdiendo la esencia. Que tú escuches y puedes identificar rápidamente quién es. Siempre lo he querido así.

"Al principio había una lucha interna entre Sergi Capdevila y Sergio Dalma, pero con los años nos hemos llevado muy bien

Dijo hace años que a los 65 se quiere jubilar. ¿Sigue pensando lo mismo? Sí, si la salud me lo permite. Bueno, a lo mejor tengo que alargarlo un poco más viendo cómo están los planes de jubilación (ríe).

¿Qué le llevará a tomar esa decisión? Siempre digo que mientras yo pueda dar el concierto que quiero dar y moverme como yo me quiero mover, pues adelante. Mick Jagger solo ha habido uno (ríe).

"Quiero jubilarme a los 65, si la salud me lo permite"

Es dueño de himnos como Bailar pegados o Galilea. ¿No se cansa de ellos? No, y no me imaginaba que esto podía pasar. Son tan importantes para mí que no me las tiene que pedir el público, porque las canto siempre. Pero actualizadas, pintándolas de otra forma. Yo no podría cantar Esa chica es mía en la versión que hice en el aquel primer disco, porque ahora la oigo y digo 'terrible'. Tengo infinidad de versiones de Bailar pegados. Cuando nos cansamos, decimos '¿nos inventamos una o recurrimos a la número 3?'.

Al igual que usted, en estos 30 años su público ha evolucionado. ¿Cómo cree que lo ha hecho? Hemos crecido juntos, más o menos tiene mi edad. Antes venían con sus novietes, luego con sus maridos y mujeres y ahora vienen con sus hijos. O ya no vienen ellos y vienen directamente sus hijos... Tengo muy claro cómo y cuál es mi público, mi pretensión no es llegar a un público joven para ampliar. Se ha sumado un público joven, pero de una forma espontánea, no porque yo me he querido volver loco y hacer otro tipo de música.

"Tengo infinidad de versiones de 'Bailar pegados'. Cuando nos cansamos, decimos: '¿Nos inventamos una o recurrimos a la número 3?'"

¿Qué tiene Sergi Capdevila que no tiene Sergio Dalma y viceversa? Al principio había una lucha interna, pero, con los años, nos hemos llevado muy bien y uno ha bebido del otro. Yo soy muy tímido, Dalma es más jeta, me he quitado prejuicios... Lo que sí he adoptado con el tiempo, y cada vez lo tengo más claro, es saber desconectar de mi trabajo. Yo termino como Sergio Dalma, desenchufo, y me gusta pasar desapercibido. Si no paso desapercibido, pues atiendo a la gente, pero luego ya soy un personaje de a pie.

SERGIO DALMA

  • Josep Sergi Capdevila (Sabadell, Barcelona, 28 de septiembre de 1964), conocido Sergio Dalma, voz referencia del pop español, ha publicado 21 discos que contienen éxitos como 'Galilea', 'Solo para ti' o 'Esa chica es mía'. Representó a España en Eurovisión con 'Bailar pegados', quedando en cuarta posición.

Se cumplen también 30 años de su participación en Eurovisión. ¿Cómo lo recuerda y cómo cambió su vida? Yo lo sigo recordando con mucho cariño, lo que pasa es que ahora veo imágenes y me doy cuenta de que ha pasado el tiempo. No por mi aspecto físico, sino porque el festival también ha cambiado. Veo aquellas imágenes de cuando yo fui y parece un festival de fin de curso. Gracias a Eurovisión tuve la oportunidad de llegar a un público mayoritario y darme a conocer de una forma más popular.

Si le propusieran volver, como han hecho otros artistas, ¿lo haría? No. Yo digo que ahora voy y quedo último, porque todo ha cambiado mucho. Pero es una experiencia tan bonita que recomiendo que, sobre todo a la gente que empieza, vaya y la viva. Pero no, yo repetir, no.

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