Plan Bolonia, los pros y los contras

Alumnos en una clase en la Universidad.
Alumnos en una clase en la Universidad.
Alumnos en una clase en la Universidad.

En el próximo año 2010 se pondrá en marcha el plan Bolonia en las universidades españolas y europeas. El ministerio que dirige Ángel Gabilondo deberá concluir la reforma del sistema universitario.

La Declaración de Bolonia es una iniciativa para reformar el sistema educativo europeo, suscrita en esta ciudad italiana el 19 de junio de 1999, por 29 países de Europa -los que conformaban entonces la Unión Europea-, y otros del Espacio Europeo de Libre Comercio y del este y el centro del continente. Con la firma de esta declaración se dio paso al proceso de Bolonia o plan Bolonia, que ha ido perfilándose posteriormente, con cambios y la inclusión de más Estados.

Su objetivo es reformar el sistema universitario en Europa a través del Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), organizado por calidad, movilidad, diversidad y competitividad. El plan pretende la total movilidad de estudiantes y docentes dentro del continente y la homogeneización total de los estudios superiores en Europa.

Nuevo sistema de créditos. Los cambios que supone el plan Bolonia estriban, básicamente, en que existirá un nuevo sistema de créditos y de titulaciones, una nueva financiación de los estudios y más movilidad tanto para estudiantes como para docentes, investigadores y otros miembros de la comunidad universitaria.

El crédito es la unidad de medida académica. El proceso de Bolonia plantea dos alternativas: grados de 240 créditos (4 años) o de 180 créditos (3 años). España optó por la primera, igual que Escocia, Grecia y varios países de Europa del Este.

Horas lectivas y trabajos. Para contabilizar los créditos no sólo se tendrán en cuenta las horas de clases teóricas (las impartidas por el profesor y las del examen), sino también el trabajo del alumno (trabajos, seminarios, horas de estudio). Cada crédito ECTS (Sistema Europeo de Transferencia de Créditos, por sus siglas en inglés) corresponde a entre 25 y 30 horas semanales. Los créditos se anexan al título, describiendo los estudios cursados para hacer posible la homologación en Europa.

Movilidad. De esta manera, y teniendo presente la experiencia del actual Programa Erasmus, se pretende favorecer la movilidad estudiantil y laboral.

Las nuevas titulaciones se han estructurado en dos ciclos: Grado (generalista) y Posgrado (especializado). El acceso al segundo ciclo requiere haber completado el primero. Desaparecen así diplomaturas y licenciaturas para dar paso a las mencionadas titulaciones.

El tercer ciclo, o doctorado (entre 3 o 4 años), incluye un periodo de formación y otro de investigación, y requiere la presentación de

la tesis. La aplicación en España, cuya primera experiencia piloto se hizo en la Universidad de Murcia en 2005-2006, comenzó en el curso 2008-2009. Sin embargo, hasta 2015 los universitarios que cursen estudios anteriores al plan Bolonia podrán elegir entre continuar con el plan que tenían o cambiar al nuevo modelo. Los estudios de Grado se completarán en nuestro país en 4 cursos lectivos y 240 créditos, excepto Arquitectura, con 300 créditos, y Medicina, con 360.

La Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación (Aneca), creada en el año 2002,  tendrá el cometido de evaluar, certificar y acreditar las enseñanzas superiores, los profesores y las instituciones.

Los contras

Los alumnos han llevado siempre la voz cantante en las protestas y se han mostrado muy críticos ante las reformas.

En todas las universidades españolas hay presencia de grupos que se oponen al plan, la mayoría de ellos organizados en asambleas y por facultades. No todos se oponen a las reformas, sino más bien a la forma en que estas se han llevado a cabo y ven que hay más contras que pros.

La mercantilización de la universidad es la crítica principal que se hace al plan Bolonia. Los contrarios al plan denuncian que las reformas se han hecho atendiendo más a los intereses económicos de los grandes conglomerados empresariales que a los de la comunidad educativa.

Una cantera para empresas. Los críticos creen además que el pretendido objetivo positivo de crear un espacio común educativo esconde la idea de convertir la universidad europea en tan sólo una cantera para las grandes empresas, dejando a un lado su papel como lugar de formación y desarrollo humanos, y pasando a ser una mera fábrica de individuos válidos para el mercado laboral.

El sistema de créditos, para los detractores del plan Bolonia, equipara el horario estudiantil a un horario laboral, debido al aumento de

horas obligatorias, e impide compaginar los estudios con un trabajo.

Sólo para las élites. Denuncian que el aumento que se ha producido para obtener las titulaciones de segundo ciclo llevará a la elitización de la universidad, ya que no todos podrán permitírsela.

Sistema de becas. Señalan que dejarán de existir las actuales becas, pues serán sustituidas por las becas-préstamo (préstamos bancarios que hay que devolver con intereses).

Trabajadores poco cualificados.También critican que el título de Grado será comparable a la actual FP y que supondrá una formación básica muy poco especializada y, por tanto, dará lugar a trabajadores no muy cualificados.

Marginación. Los criterios de pura rentabilidad en los que se basan las nuevas carreras, según los críticos, tendrán como consecuencia la

marginación de las carreras menos técnicas o consideradas menos prácticas.

El número de alumnos españoles que quieren estudiar o trabajar en otros países europeos no es tan grande como para una reforma como

la que se lleva a cabo con Bolonia, dicen algunos de los opositores al plan.

Falta de debate. A todo ellos, las organizaciones que se oponen al proceso consideran que la reforma es tal, que debería haberse puesto en marcha un debate público en profundidad que creen que no se ha hecho.

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