La prueba piloto que ha anunciado el Departamento de Justicia de la Generalitat para controlar a violadores con permisos penitenciarios a través de un brazalete con un sistema GPS se realizará con un total de cinco pulseras, que se destinarán a los que tienen "un índice más elevado de riesgo de reincidencia", "entre el 15% y el 20%". Así lo han indicado este lunes fuentes de la Conselleria, que han concretado que son más de un centenar de los 792 presos en las cárceles catalanas por agresión o abuso sexual.

Las mismas fuentes han señalado que la tasa de reincidencia de los agresores sexuales en Cataluña es "muy baja", de "un 5,7%", muy inferior a la del total de internos, de aproximadamente "un 30%".

La prueba piloto comenzará a realizarse en el primer trimestre de 2022, cuando los violadores que hayan cumplido al menos un cuarto de la condena y puedan acceder a permisos penitenciarios se turnarán las cinco pulseras.

La consellera de Justicia, Lourdes Ciuró, ha explicado que estos brazaletes "permitirán dar una alarma a los Mossos d'Esquadra" cuando detecten un agresor sexual "se acerca a lugares adonde no debe ir". Desde la Conselleria han puesto como ejemplo "el domicilio de alguna de sus víctimas".

"Lo que haremos será detectar este eventual riesgo para poder volver a ingresarlo" en prisión, ha señalado Ciuró.  

Las mismas fuentes del Departamento de Justicia han aclarado que los brazaletes con GPS no son lo mismo que los telemáticos. Estos últimos se utilizan para que los internos de tercer grado "que presentan una buena evolución" puedan pernoctar en su casa en vez de en la prisión. Cuando están en su domicilio, "un aparato de radiofrecuencia" instalado allí y conectado a las pulseras permite comprobarlo.

La Conselleria tiene previsto dar más detalles acerca de la prueba piloto antes de su inicio.