El conocido escritor Noah Gordon, que falleció el pasado lunes a la edad de 95 años, se definía como un contador de cuentos. Sin embargo, una de las historias más bonitas que creó no está escrita en sus libros, sino que fue la relación que mantuvo con su mujer durante más de 70 años.

En un mundo que aún trataba de recuperarse de la Segunda Guerra Mundial, en la que nunca participó, un joven de ascendencia judía comenzaba la Universidad en el Grado de Medicina convencido por sus padres. Los médicos tenían una profesión estable y, además, en muchas ocasiones habían sido los últimos en ser enviados a las cámaras de gas de los campos de concentración.

Pero Noah Gordon tenía claro que tenía dos sueños: ser periodista y escribir libros como los que le habían enamorado en la infancia. Por eso, poco después se cambió al Grado de Periodismo a espaldas de sus padres. Cuando iba por la mitad de la carrera ocurrió algo tras lo que, según sus palabras, "el mundo nunca sería el mismo". Conoció a una estudiante de pregrado llamada Lorraine Seay.

Desde ese momento sus vidas fueron inseparables. El escritor se graduó de Periodismo e hizo un máster en Inglés y Escritura Creativa. Cuando Lorraine terminó su licenciatura en alemán y él consiguió un trabajo como editor en Nueva York, decidieron casarse.

"Pensamos que era romántico que viviéramos con las cajas de embalaje como muebles en un pequeño ático en Brooklyn, como los poetas en una buhardilla de París", así es como describe el autor sus primeros años como matrimonio, pero entonces llegó el primer hijo de la pareja y tomaron la decisión de mudarse a Massachusetts.

Gordon nunca abandonó su sueño de novelista y años después, ya con tres hijos, mandó una idea a una editorial y le dieron el visto bueno. Publicaría su primera novela. Sin embargo, su mujer y él tuvieron que enfrentarse a una difícil decisión, ya que los ingresos serían escasos. "Lorraine demostró ser la esposa de un escritor. 'Si lo quieres', dijo ella, 'hazlo'.", explicó agradecido el autor.

'El médico', 'El comité de la muerte' o 'El último judío': estos son los libros más famosos de Noah Gordon

Su carrera como novelista comenzó a despegar y su mujer jugó en ello un papel fundamental, ya que fue ella la que se encargó de las tareas más rutinarias y del resto de trabajos como editor de Noah para que él pudiera centrarse exclusivamente en escribir.

En el momento en el que el tercero de sus hijos abandonó la casa familiar para ir a la universidad el autor de El Médico le propuso a su esposa un cambio de vida: "Le dije a Lorraine: '¿Te gustaría vivir en el campo?' Me quedé asombrado cuando ella estuvo de acuerdo". El matrimonio comenzó a vivir una vida retirada en una finca en la que montaron una plantación de árboles de Navidad.

Allí fue donde perfiló y escribió sus novelas más conocidas, la trilogía de la familia Cole. Finalmente, decidieron volver al área de Boston donde el autor pasó sus últimos años y, aunque reconoció que también su esposa y él pasaron dificultades, se mostraba muy agradecido de la vida que vivieron juntos.