Los arquitectos de Plaza de España: "Su tamaño es parecido a la de Salamanca, pero en su forma es más italiana"

Fernando Porras Isla y Lorenzo Fernandez-Ordóñez.
Fernando Porras Isla y Lorenzo Fernandez-Ordóñez.
Jorge Paris
Fernando Porras Isla y Lorenzo Fernandez-Ordóñez.

Una hora antes de la gran inauguración, el equipo que ha estado detrás del proyecto de remodelación de Plaza España tomaba un café en la esquina de la plaza. Los arquitectos de la obra, Fernando Porras-Isla (segundo en la parte izquierda de la foto) y Lorenzo Fernández-Ordoñez (primero de la derecha) exponen a 20minutos cómo se han ido adaptando a las reivindicaciones vecinales durante el proceso que ha durado más dos años y medio. 

Las cabezas pensantes de la obra.
Las cabezas pensantes de la obra.
Belén Sarriá

El gerente de unión de empresas, Carlos Martínez (en el medio) y el jefe de obra, Jesús Rodríguez, relatan las dificultades técnicas con las que han tenido que lidiar. Por último, el director general del Ayuntamiento de Madrid, José Luis Infanzón (primero de la izquierda) abre la puerta a que todas las "espinas" que han quedado por resolver aún puedan ejecutarse en un futuro, como el paso de cebra diagonal o el espacio limpio para taxis en el aparcamiento subterráneo.

¿Por qué la nueva cafetería Cervantes tiene que ser una parada obligatoria para un turista como lo es San Ginés?

Fernando Porras-Isla. Justo por la diferencia. San Ginés es un lugar tradicional donde todo el mundo desde hace muchísimos años toma chocolate a altas horas de la madrugada. En cambio esta es una cafetería completamente nueva que nadie se esperaba y que representa el futuro de Madrid. Por eso tiene esta forma diferente, no en un edificio histórico como San Ginés sino un edificio contemporáneo, con sus formas, que desafían la ley de la gravedad.

Y si en San Ginés se toma chocolate con churros, ¿qué habrá que pedir en la de Cervantes?

F.P-I: No sabemos porque todavía está pendiente que haya una empresa que se haga cargo de la cafetería.

¿Qué tiene esta plaza que no tuviera la anterior?

Carlos Martínez: Accesibilidad. Esta plaza es completamente accesible y se ha podido integrar todo el entorno de una manera privilegiada.

¿Por ejemplo?

C.M.: Ahora se puede ir andando desde Plaza de España hasta Plaza de Oriente y Templo de Debod sin un solo coche.

El futuro es andar.

C.M.: Sí, el futuro es andar [se ríe].

¿Hay alguna plaza a la que se asemeje en España?

Lorenzo Fernández-Ordoñez: El tamaño es parecido al de Salamanca, pero la forma en la que se expone tiene más que ver con la plaza de Siena. Es una plaza más italiana, en el sentido clásico. La topografía es como un cuenco: se acuna para recibir a la gente y se genera un pequeño escenario que mira hacia el Palacio Real. Algo que no es tradicional en España donde son plazas duras, más horizontales.

F.P-I: Lo que diferencia a esta plaza de las demás es que es al mismo tiempo una plaza cívica, una plaza despejada como la entendían los griegos y romanos, y a la vez es un parque. Es como el dios Jano que tenía dos caras: la rosa del granito y la verde.

José Luis Infanzón: Es lo que se llama una plaza mixta, la que conjuga una parte cívica que no tiene obstáculos y versátil para acoger conciertos o mercadillos, con una plaza adornada con juegos y bancos para que la gente pueda sentarse y sea estancial.

Como cabezas pensantes del proyecto, ¿se les ha quedado alguna espinita sin ejecutar?

F.P-I: Sí, hay una espinita. Nosotros planteamos que en el aparcamiento subterráneo que hay en la plaza se pudiese hacer una planta de movilidad limpia para que todos los taxis que hoy pasan por la Gran Vía estuviesen esperando sin consumir gasolina ni contaminar. Pero esto superaba la dirección general con la que hemos trabajado y no pudo hacerse. También querríamos haber hecho con esa planta una conexión con el metro de Madrid, pero no se pudo realizar por superar las competencias. No obstante, creemos que hubiera sido bueno para la movilidad de Gran Vía.

J.L.I: Sí, pero es algo que en un futuro se podría conseguir, no es irreversible.

¿Cuál ha sido el mayor reto que han tenido, teniendo en cuenta que ya conocían los mapas?

Jesús Rodríguez.: Ha sido un problema el hacer la obra civil de los túneles encontrarnos con los restos arqueológicos. Nos ha supuesto un reto como ingeniería porque se ha tenido que cambiar la tipología del túnel, los procesos de realización… pero se ha llegado al buen fin de que los madrileños puedan visitar estas los restos arqueológicos.

¿Qué ha sido lo que más han aportado a esta plaza los propios madrileños a través de la participación ciudadana?

F.P-I: Este concurso se empezó a gestar en 2015 con una encuesta para saber si era procedente o no realizar la obra. Se decidió que sí. Luego, con esas encuestas se realizaron las bases para que los concursantes supiéramos lo que teníamos que hacer. Una vez ganado el concurso, el Ayuntamiento estableció un sistema de preguntas y comentarios de los ciudadanos que nos han estado llegando a nosotros durante el proceso de la obra. Nos hemos ido adaptando a sus peticiones.

¿Qué es lo que jamás se les hubiese pasado por la cabeza que, en cambio, se les ha ocurrido a los ciudadanos?

C.M: Hay una demanda vecinal para poder resolver la movilidad peatonal en la calle Irún, que está fuera del ámbito de la obra. Pero los ciudadanos han pedido que se haga un ascensor más.

El Ayuntamiento descartó a mitad de las obras el gran paso peatonal. ¿Están de acuerdo?

L.F-O: Se va a ver rápido si hay una demanda para cruzar o no ese paso en diagonal. A mi me gustaría que se hiciese.

J.L.I: Yo creo que tarde o temprano Madrid lo tendrá, lo que pasa es que es complicado desde el punto de vista de la seguridad de los peatones.

¿Un proyecto de ciudad debe hacerse siempre de la mano de la participación ciudadana?

F.P-I: La ciudad es la gran obra de la sociedad. Cualquier cosa debe ser participada por los ciudadanos. Pero es muy complicado realizar una participación ciudadana en serio. No se trata de votar sino de educar.

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