Un rider de Glovo ha jugado un papel decisivo en Zaragoza para que se detuviera a un condenado por corrupción de menores, fugado desde 2017. Se trata de Roberto Malo González, al que la Audiencia de Zaragoza condenó a ocho años de prisión por hacerse pasar en Facebook por una adolescente y engañar a dos menores para que le enviaran fotos de contenido pedófilo. Tal como cuenta Heraldo, el detenido se encontraba en casa de sus padres cuando pudo ser finalmente arrestado.

Los agentes tenían constancia de que el condenado vivía en este domicilio, pero nunca les abrían la puerta, por lo que aprovecharon la entrada de un rider que llevaba un pedido de comida para acceder al portal y de ahí acabar deteniendo a Malo. Se decretó su ingreso inmediato en la cárcel.

En 2017 el hombre negó los hechos que se le imputan y sostuvo ante el juez que alguien había pirateado su ordenador y suplantado su identidad, siendo a partir de ahí cuando se produjeron las maniobras para engañar a los dos hermanos, de 12 y 15 años, a través de las redes sociales.

El testimonio de los adolescentes contra Malo fue corroborado también por su madre ante el tribunal. No solo se descubrieron las conversaciones del detenido con los niños, sino que también vio imágenes de otros menores que él mismo había enviado.