Los pasteleros catalanes encaran con optimismo la celebración de la castañada del 2021 y prevén recuperar las ventas de panellets artesanos de antes de la pandemia. La subida generalizada de precios, sin embargo, también afecta a este dulce típico de Todos los Santos, y el Gremio de Pastelería de Barcelona calcula que los precios serán entre un 3 y un 5% superiores. Esta es la primera celebración sin restricciones desde 2019, puesto que el año pasado todavía había limitaciones tanto de movilidad como de participantes en los encuentros, que acabaron afectando a las ventas. También jugará a favor que el fin de semana sea más largo, al caer el día de Todos los Santos en lunes. La previsión es que se vendan unos 250.000 kilos de panellets artesanos en toda Cataluña.

El presidente del Gremio de Pastelería de Barcelona, Elies Miró, resalta que "con la retirada de las últimas restricciones el sector respira y vuelve el optimismo". Este pastelero de Castellterçol asegura que han pasado un año y medio "difícil", pero apunta que la mayoría de pastelerías del país ya han vuelto "a la normalidad en ventas". Aun así, dice que hay zonas donde todavía sufren, como es el caso de la ciudad de Barcelona, "donde muchos negocios todavía están afectados por la falta de turismo".

Sobre la castañada de este año, Miró es optimista: "Será la primera fiesta sin ninguna restricción desde la Navidad de 2019. Hay ganas de encontrarse y de celebrar y el hecho de que no haya restricciones, ayudará a celebrar todavía más la castañada". En este sentido, el Gremio calcula que durante los 15 días aproximadamente que dura la campaña de Todos los Santos, en Cataluña se venderán cerca de 250.000 kilos de panellets artesanos. El hecho de que este año Todos los Santos caiga en lunes facilitará los desplazamientos a segundas residencias y esto, según el Gremio, beneficiará a las pastelerías de fuera de las grandes ciudades.

En cuanto al precio, el encarecimiento de la luz, la subida de las materias primas y el hecho que sea un producto muy artesanal ha obligado a los pasteleros a repercutirlo en las ventas. "Intentaremos subirlo lo mínimo para que llegue a todo el mundo, pero prevemos un aumento de entre un 3% y un 5%" respeto el año pasado. Según ha afirmado Miró, este año el precio del piñón ha bajado ligeramente (unos 2 o 3 euros el kilo), mientras que el de la almendra ha subido.

El panellet clásico de piñones continúa siendo el más vendido con diferencia (el Gremio calcula que 3 de cada 4 panellets vendidos son de piñones). Otras variedades que también son muy pedidas son los de almendra, coco, seta (mazapán flameado), castaña o café. 

Los pasteleros también apuestan por la innovación y en las tiendas se podrán encontrar panellets cubiertos de chocolate, con sabor a pera, frambuesas o cítricos, así como también panellets con nuevas formas vinculadas a Halloween (calabazas, fantasmas, calaveras, etc.). Una tendencia de los últimos años también es reducir la cantidad de azúcar para hacerlos más ligeros.