Los balances de siniestralidad en las carreteras catalanas confirman "con datos empíricos" que las distracciones al volante por usar el móvil son unas de las principales causas de accidentes graves y mortales. Los siniestros causados por despistes con dispositivos móviles mientras se conduce son ya el 22,5% del total de accidentes de tráfico en Cataluña. El año pasado se registraron 17.779 choques en los que murieron 149 personas. Este 2021 ya han fallecido 111 personas en accidentes de tráfico y 496 más han resultado heridas graves en carreteras catalanas.

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"Todavía no hay suficiente conciencia y utilizar el teléfono para hablar, escuchar música, enviar mensajes y tocar pantallas visuales continúa siendo una práctica demasiado generalizada y este tipo de comportamiento sigue normalizándose, al revés de con la combinación alcohol-conducción", ha avisado este martes la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ha anunciado la aprobación en el Consell Executiu del Plan de Seguridad Viaria (PSV) 2021-2023, que dota de 223 acciones concretas a los seis ejes estratégicos del Pacte Nacional per a la Mobilitat Segura i Sostenible 2021-2030 que se aprobó en enero. 

Las víctimas más vulnerables en la carretera son "motoristas de entre 15 y 50 años de edad, peatones de más de 74 años y jóvenes conductores y ocupantes de vehículos entre los 15 y los 24 años"

Entre los objetivos urgentes y ambiciosos que marca el PSV para lo que resta de década, figuran la reducción del 50% de las víctimas mortales en las carreteras de cara a 2030 y llegar a los cero fallecidos en accidente de tráfico en 2050.

De cara a 2023, el plan de choque pretende que bajen un 12% los heridos graves y un 15% las víctimas mortales. "Se ha de reducir la siniestralidad", ha insistido Plaja. La hoja de ruta viaria también plantea objetivos específicos para la protección de los usuarios más vulnerables en la conducción con tal de disminuir en un 18% la cifra de menores fallecidos, en un 12% los atropellos mortales, en un 5% la siniestralidad entre los ciclistas, en un 3% las muertes de personas mayores en las carreteras y en un 6% la siniestralidad entre los motoristas, tanto de fallecidos como de heridos graves, y la cifra de accidentes durante la jornada laboral.

Proteger a los colectivos más vulnerables 

A grandes rasgos, este plan se conjura para conseguir una movilidad prioritariamente sin efectos contaminantes y más segura para proteger a los colectivos más vulnerables, como pacificar el tráfico, extender las islas para peatones, dotar de itinerarios seguros a los ciclistas en vías interurbanas, formar a los usuarios de vehículos de movilidad personal, ampliar la atención psicológica del Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) a víctimas menores de edad en siniestros viarios o llevar a cabo planes locales de seguridad viaria para promover hábitos de movilidad más sostenibles.

Otras medidas a adoptar dentro del plan son desplegar más radares móviles, desplegar pruebas piloto de cruces inteligentes y ampliar el uso de drones para tareas de gestión del tráfico. 

Plaja ha destacado que las víctimas de riesgo viario son principalmente "motoristas de entre 15 y 50 años de edad, peatones de más de 74 años y jóvenes conductores y ocupantes de vehículos entre los 15 y los 24 años". 

Buenas prácticas en movilidad urbana

A escala municipal, el plan tiene prevista la creación de un consejo de pueblos y ciudades que funcione como un órgano local de intercambio de buenas prácticas en materia de movilidad urbana.

El Servei Català de Trànsit (SCT) también colaborará con este plan promoviendo una línea de ayudas económicas y de subvenciones a entes locales para que estos realicen acciones alrededor de la movilidad segura, sostenible e inteligente y de la pacificación de calles.