Según la sentencia, recogida por Europa Press, la pareja llevaba más de 40 años de relación conyugal, residía en Ciudad Rodrigo (Salamanca) y tenía tres hijos, cuando el hombre, que empezó a estar más tiempo en casa al iniciar una nueva etapa de prejubilado, intensificó una conducta que empezó a ser "posesiva", con control de las llamadas y de los momentos en los que ella salía de casa, además de insultos y vejaciones.

Así, el 5 de agosto de 2019, cuando ella llevaba dos días ya viviendo en otro domicilio, se acercó con su hermana a su nueva casa, donde se encontró a el hombre, que profirió nuevos insultos y vejaciones, lo que le llevó a presentar denuncia.

Por esta conducta de maltrato habitual psíquico, el denunciado ha sido condenado a un año de prisión y a una indemnización de 2.000 euros, además de no poder aproximarse ni contactar con ella en dos años.