Así lo ha anunciado la regidora gijonesa, en rueda de prensa después de reunirse en la Empresa Municipal de Aguas de Gijón (EMA), acompañada del edil de Mantenimiento y Obras Públicas, Olmo Ron, del presidente de la citada sociedad pública, Pedro Menéndez, y otros técnicos de la misma.

González ha dicho entender la "desesperación" de los comerciantes de la zona Oeste que han sufrido inundaciones por fuertes temporales, incluso con el pozo de tormentas del Arbeyal ya en activo. "Tenemos que conseguir que no se inunden los negocios", ha destacado la alcaldesa.

Ha asegurado, eso sí, que el pozo de tormentas funciona bien, pero ha reconocido que tiene una capacidad determinada y cuando las lluvias superan ciertos niveles, no la tiene ni de recogida ni de desaguar el agua.

Es más, ha incidido en que el pozo de tormentas, de hecho, logró que la inundación durara poco tiempo, con referencia al pasado mes de septiembre. "Pero la hubo", ha recalcado sobre la inundación.

La alcaldesa ha explicado que se van a llevar medidas complementarias para contrarrestar el problema. En primer lugar, se va a hacer un plan de emergencia, donde se corte el tráfico, se evite que pasen los autobuses, se establezcan alertas. En el mismo estarán implicados distintos servicios municipales, como la EMA, Policía Local, Bomberos y Emtusa.

Asimismo, se hará un estudio para la instalación de drenajes sostenibles, que permitan acumular el agua y eviten que circulen por la calzada. También se revisará el sistema de alcantarillado de la zona y el colector, por si hay que tomar alguna medida más.

Además, se trabajará con el Ministerio en la elaboración del proyecto del vial de Jove, al objeto de que este contribuya a la no acumulación del agua.

En paralelo, se va a hacer, "de manera inmediata", un peritaje de los daños que han sufrido los comerciantes, para sufragar los gastos derivados de las inundaciones.

González ha señalado, por otro lado, que los comerciantes les han hablado de ciertos problemas concretos que hay en la calle Oriental, que van a analizar para ver qué soluciones se les puede dar.

"Les he pedido confianza", ha apuntado la alcaldesa, así como un par de meses para poder estudiar todas estas cuestiones. En una reunión posterior, se les explicará a los comerciantes las medidas a adoptar.

Sobre el vial de Jove, el presidente de la EMA ha señalado que se quiere aprovechar ese nuevo trazado de acceso a El Musel para instalar un colector de recogida de aguas pluviales que evite que las aguas circulen por los terrenos naturales la ladera de Jove y que actualmente se incorporan a la red de los colectores que acaban vertiendo a la calle Brasil, que puedan recogerse de forma separada, se traten y o bien infiltren al terreno y se aprovechen para riego.

Lo importante, en este caso, es que se gestionen de forma independiente y no se junten con las aguas unitarias de la zona urbanizada, según él.

Sobre la tormenta del pasado 15 de septiembre cuando volvió a inundarse la zona, desde la EMA se ha comprobado que fueron lluvias "excepcionales" que alcanzaron una intensidad punta de en torno a 86 milímetros a la hora, que viene a equivaler a una lluvia "de unos 25 años de retorno".

"Con una lluvia más grande, las consecuencias que hubo fueron mucho más pequeñas", ha apuntado Menéndez sobre la comparativa entre esta última inundación y la de 2019.

Este ha adelantado que se estudiará implantar soluciones de drenaje sostenible para más zonas de la ciudad. De hecho, se ha firmado un convenio entre la EMA y la Universidad de Oviedo para redactar una guía técnica para la implantación de sistemas de drenaje sostenible en distintos puntos de la ciudad.

Menéndez ha incidido en que se trata de "gestionar las aguas pluviales de forma local, sin necesidad de hacer una gran infraestructura, que a veces incluso sería técnicamente inviable, más allá del coste".